Los tres niños que murieron calcinados la noche del pasado viernes en la comunidad Los Toros, municipio Cambita Garabitos, en la provincia San Critóbal, se habían quedado solos previo al desgarrador hecho.
Vecinos del lugar contaron que los menores estaban al cuidado de su abuela, pero la señora había salido a comprar una masita y un refresco para uno de ellos. Sin embargo, cuando regresó, ya la casa estaba consumida por el fuego.
«Todo eso estaba prendido completo. Los vecinos, muchas personas, quisieron apagar el fuego pero no podían», dijo uno de los residentes del sector donde ocurrió la desgracia.
Los niños eran hermanos y respondían a nombre de Jeidel, de 4 años; Kairo, de 2; y Daniela Hernández, de 9 meses.
Hasta el momento se deconoce qué provocó el siniestro. Los lugareños dicen que, probablemente, tuvo que ser un cortocircuito.
En tanto, la Policía Nacional investiga las circunstancias del hecho. Los restos de los menores están en el Instituto Nacional de Patología Forense (Inacif).