La Dirección General de Cine (Dgcine) tiene la gran oportunidad de aprovechar una acertada gestión diplomática que se realizó para propiciar la incursión y expansión del cine dominicano en África y Medio Oriente.
Me refiero a los acuerdos de colaboración que firmó la Embajada de la República Dominicana en Egipto con las universidades Academia Sadat y Badr para subtitular películas dominicanas al árabe como también traducir libros de nuestros escritores a ese idioma, y que se extenderá a otros ocho centros de estudios superiores egipcios que registran a más de cuatro mil estudiantes de español cuyas traducciones, bajo la supervisión de los directores y maestros de los Departamentos de Español, les serán válidas como prácticas puntuables para graduarse.
Puede leer: Una reflexión más allá de la tragedia
Si tomamos en cuenta el eje número 2 de la política exterior del país que consiste en la promoción de nuestras exportaciones, el comercio exterior y la inversión extranjera directa, traspalamos esos parámetros a que no solo se exportan cosas tangibles, si no que llevar las producciones cinematográficas dominicanas a esos mercados entran en la lista exportable cultural y motivadoras de inversión a mediano y largo plazos hacia la República Dominicana desde esas latitudes geográficas con potenciales nuevos negocios en el creciente sector del Séptimo Arte.
Es pertinente resaltar que la República Dominicana como destino fílmico idóneo acogió 125 proyectos cinematográficos y audiovisuales en el 2022, de los cuales 60 fueron nacionales, y que movieron en la economía del país más de RD$15,000 millones, datos registrados por Dgcine.
Según publicaciones en las redes sociales de la misión diplomática dominicana en Egipto, pues desde abril pasado les doy seguimiento, dichos convenios fueron rubricados por el encargado de Negocios, Andy Rodríguez Durán, junto al presidente de las referidas entidades de altos estudios, Mohamed Hassan y Ashraf El-Shihy, respectivamente, donde destacó que con esta iniciativa se gestiona la introducción de películas dominicanas al mercado egipcio, según corresponda con arreglo a la legislación local en materia de contenidos audiovisuales y a sus prácticas y costumbres religiosas y culturales.
«Este acuerdo reviste un gran significado para la expansión de las producciones cinematográficas dominicanas y la definitiva oportunidad de incursionar en regiones de millones de espectadores como África y Medio Oriente donde la barrera del idioma ha limitado mayor presencia de las películas nacionales», precisó Rodríguez Durán en las plataformas institucionales de Instagram y X (@RDenEgipto) y Facebook (Embassy of the Dominican Republic in Egypt).
Desde este artículo de opinión, debo ponderar los lineamientos del presidente Luis Abinader con relación a la eficiente política exterior del Gobierno, y en particular a la denominada diplomacia pública, que ejecuta de manera excelente el canciller Roberto Álvarez a través de todos los estamentos del Ministerio de Relaciones Exteriores (Mirex), y que la mayoría de las embajadas, consulados y misiones han puesto en marcha en los diferentes países.
Desde la delegación diplomática dominicana en Egipto se han articulado acciones estratégicas en pro de fortalecer el posicionamiento político del país en la región, y además el fomento del comercio, el turismo y los valores patrios y culturales como nación, muy en armonía con el cumplimiento a lo dispuesto en el Programa de Política Exterior del mandatario Abinader respecto a consolidar nuestras relaciones con los países del Medio Oriente e inmediaciones, y se fundamenta en la necesidad de propiciar sólidos vínculos de amistad con las distintas naciones del mundo sobre la base del respeto mutuo, la independencia política e integridad territorial de los Estados; así como el fortalecimiento de las relaciones diplomáticas, económicas, comerciales y de cooperación.
Quiero reiterar el llamado a Dgcine, y extensivo a los cineastas dominicanos, para que reconozcan el valor de esos acuerdos para beneficio colectivo a través de la proyección de sus obras fílmicas en esos escenarios poco explorados de África y Medio Oriente.
Sobre el aspecto bibliográfico, se indica en la publicación que entre los objetivos de este importante proyecto figuran que se traduzcan al árabe un promedio de 25 libros de los más destacados escritores dominicanos de varios géneros literarios en los próximos cinco años; asimismo, la donación de obras en español y las traducidas al árabe a universidades, bibliotecas y centros educativos en Egipto, y que libros de autores dominicanos en español formen parte del material de estudio y consulta de las escuelas de este idioma de las universidades egipcias.
Con varios filmes nacionales, la Embajada dominicana en Egipto celebró recientemente la Primera Muestra Universitaria de Cine Dominicano y participó en la Semana de Cine Iberoamericano, en su undécima edición de El Cairo y tercera de Alejandría.