Las personas con una actitud positiva le sonríen a la vida, aunque estén pasando por situaciones difíciles. Cada individuo tiene la oportunidad de vivir con optimismo y de participar activamente en el propósito de hacer de la vida una experiencia placentera.
Vivir con actitud positiva tiene grandes beneficios, empezando porque eres quien determina tu realidad, es cierto que no tenemos el control de todo, pero la manera en que asumimos las adversidades determina cómo serán nuestras experiencias. En ese sentido, las adversidades pueden ser vistas con una actitud autodestructiva o bien pueden ser vistas desde una óptica positiva, esta última permite enfrentarlas con asertividad y terminar ganando la batalla.
Las personas negativas se ocupan muchas veces de lo imposible y enfocan todo su esfuerzo en aspectos negativos de la situación, esto hace que la frustración se empodera del escenario. Quienes tienen esta actitud tienden a desistir ante un obstáculo, sea este real o imaginario, ya que se toman las cosas mucho más en serio de lo que son y maximizan las situaciones y los inconvenientes.
Es común escuchar a las personas negativas quejarse de la más mínima incomodidad, lo cual termina nublándole la razón y le impide visualizar otra perspectiva de la misma realidad, esto provoca en muchas ocasiones un ambiente hostil frente a sus semejantes. Así pues, se establece una cadena que va desde la percepción negativa inicial, hasta la respuesta final, esto sin duda viene marcado por la actitud negativa.
Por lo general a las personas negativas les cuesta levantarse de la cama, ya que el estado anímico termina afectado como consecuencia de vislumbrar al mundo como un lugar difícil en el cual vivir. La pereza suele acompañar a las personas negativas, dado lo difícil que resulta ponerse en marcha con algún objetivo, cuando los pensamientos al respecto son negativos.
Por el contrario, las personas optimistas son ágiles, tienen un plan de trabajo, un esquema, objetivos claros y un plan de acción. Estas personas incluso tienden a prever las dificultades, pues lejos de temerles, se preparan de antemano para responder puntual y adecuadamente a las diversas situaciones. Para ellos, la preparación ante los posibles obstáculos, es el resultado de un pensamiento negativo, sino que es parte del fruto del interés por alcanzar la meta final.
Suele suceder que una misma persona no es completamente negativa ni ciento por completo positiva, de hecho, es normal que en algún momento todos experimentemos que por nuestras mentes cruzan pensamientos nocivos. Sólo algunas personas excepcionales son capaces de mantenerse positivas la mayor parte del tiempo, mientras que las que permanecen en el polo opuesto, suelen ser aquellas que sufren de un trastorno anímico u otra condición de importancia clínica.
Entre un extremo y otro, se encuentra la mayoría de las personas, y para no tener más hacia el lado negativo, lo importante es no alimentar los pensamientos destructivos y mucho menos actuar bajo su dominio. Cuando estos aparecen, no es necesario bloquearlos, pues ese proceso desgastaría mucho, pero sí es importante comprender que no debemos actuar en consecuencia con ellos por el simple hecho de haberlos tenido.
Muchos recomiendan cambiar los pensamientos negativos por otros positivos, mientras otros, entendiendo el esfuerzo mental que esto implica, el cual puede llegar a ser agotador, recomiendan entender que los pensamientos tratan de guiarnos, pero que siempre podemos elegir entre ellos los que más nos convengan. En pocas palabras, un pensamiento no es una ley. Podemos tenerlos sin que por ello debamos actuar de acuerdo a como buscan influenciarnos.
Tips para mantener una actitud positiva
Realizar frecuentemente ejercicios o un deporte, esto favorece la oxigenación del cerebro y disminuye los niveles de tensión y estrés.
Leer, la lectura no sólo nos llena de conocimientos, sino que nos proporciona herramientas para tener una mejor actitud. En el mercado hay muy buenos libros de autoayuda.
Escuchar música instrumental, esta relaja los músculos y disminuye el nivel de alerta del cuerpo, dándonos la sensación de bienestar físico y emocional.
Rodéate de gente positiva, el optimismo contagia. Cultivar relaciones positivas enriquece tu vida y beneficia tu salud mental y emocional.
Aprende a quererte y cuida tu autoestima.
Pon tu mente en el presente, ya que un apego excesivo al pasado o una persecución constante del futuro, suelen alejarnos de la felicidad.
Trabaja tus miedos y temores. No dudes en buscar ayuda profesional cuando la necesitas.
Tu actitud depende en cierta medida de lo que consumes, elige programas que no sean negativos o tóxicos, eliminando las fuentes negativas.
Ponte objetivos realistas, pues las metas imposibles frustran y llevan al negativismo.
Plantéate expectativas reales.
Disfruta cada momento o etapa de la vida, al fin de cuenta vives vez y mereces ser feliz. . La autora es psicóloga y educadora, directora y fundadora de MLC SCHOOL Twiter: @MLC_Schoolrd @SVirginiaP Instagram: @pardillavirginia