FILADELFIA — Cuando el dominicano Juan Lagares se lanzó para atrapar una línea el 15 de junio en el Citi Field, fracturándose el pulgar izquierdo en una jugada que lo dejó fuera por dos meses, estaba en medio de una de las mejores rachas de su carrera. Con un promedio de .379 en los nueve juegos previos a la lesión, Lagares estaba demostrando destellos de lo que los Mets pensaban que podía hacer cuando le dieron una extensión de contrato por US$23 millones antes de la campaña el 2015.

Ahora que Lagares está de vuelta tras esa estadía en la lista de lesionados (fue activado el jueves para ocupar el lugar de Jay Bruce en el roster), el equipo espera que pueda retomar ese ritmo.

«Estaba jugando muy, muy bien cuando se tiró por esa bola», dijo el manager de los Mets, Terry Collins. «Espero que cuando llegue la hora, cuando terminemos este año, regrese a la República Dominicana, se ponga en forma otra vez y trabaje en un par de cosas que ha estado trabajando con los coaches.

«Si este muchacho encuentra la forma a nivel ofensivo–y no estoy hablando de que se vuelva Justin Turner, sino de que batee .250, .265–será un gran pelotero. Porque puede jugar una gran defensiva de verdad».

El estilo agresivo de Lagares al momento de defender, sin embargo, ha resultado en una serie de lesiones a lo largo de los años, desde torceduras en los dedos y tirones musculares hasta la lesión en el codo derecho que casi lo lleva a practicarse una operación Tommy John en el 2015. Cuando ha estado sano, ha sido uno de los mejores patrulleros centrales a la defensa, ganando el Guante de Oro en el 2014. Pero en las últimas dos temporadas sólo ha podido jugar en 126 desafíos.

«Así es que yo juego», dijo Lagares. «Cuando estoy entre esas dos líneas, sólo trato de hacerlo lo mejor que puedo en todo momento».

En total, Lagares estaba bateando .269 con dos jonrones y dos bases robadas en 47 juegos antes de la lesión. Volverá a su rol de titular en el jardín central contra los lanzadores zurdos y reemplazo defensivo al final de los juegos para el cubano Yoenis Céspedes y Curtis Granderson.