El plan de alfabetización “Quisqueya Aprende Contigo” ha cambiado la vida a Juana María Mejía, Altagracia Calzado, Romelia Luciano y Enrique Hidalgo, quienes desean seguir adquiriendo nuevos conocimientos tras concluir el ciclo de alfabetización.

Por tal razón participaron en la jornada de continuidad educativa llevada a cabo ayer en la escuela laboral Concepción Bona, cuyos planes de estudios están dirigidos a todos aquellos que quieren terminar el bachillerato o hacer algunos cursos técnicos.

Juana María Mejía, de 77 años, creció en un campo del Cibao, por lo que no pudo ir a la escuela, pero siempre quiso aprender a escribir su nombre.

Pero además se sentía mal cuando sus hijos necesitaban ayuda con tareas de las escuelas y ella no podía hacer nada, porque no entendía.

Por eso cuando se enteró del programa de alfabetización decidió inscribirse en el año 2013; una facilitadora iba a su casa porque tiene un problema en una pierna que no le permite moverse mucho.

Al finalizar la primera etapa de sus estudios, ya María sabía leer y escribir perfectamente por lo que ahora hace con sus nietos, lo que no pudo con sus hijos: las tareas que le ponen en el colegio.

Similar es el caso de Altagracia Calzado, de 63, quien dijo que ahora que sabe leer y escribir ya no le gusta quedarse en su casa haciendo nada, por lo que hará los cursos técnicos que tiene el programa.

“Quiero aprender hacer colchas o cortinas , esas cosas que tengan que ver con manualidades que pueda crear con mis propias manos y venderlas para ganarme unos pesitos porque mi situación económica no es fácil para mujeres solteras”, explicó.

Otra que narra emocionada el cambio que ha dado como es emocionada Romelia Luciano de 54 años, “este programa me cambió la vida, antes no sabía leer, por lo que cuando estaba en la iglesia y decían que buscaran algún versículo tenía que pedirle a otra gente que me dijera lo que decía, pero ya eso no sucede porque puedo leer correctamente”.

Ese es uno de los motivos que hacen que esta señora quiera realizar varios cursos técnicos, ya que considera que es una buena manera de invertir su tiempo ahora que está desempleada.

Pero no solo las mujeres tienen el deseo que seguir capacitándose, tal es el caso de Enrique Hidalgo de 43, quien desde muy temprana edad se dedicó a trabajar y nunca dio importancia a los estudios, hasta el año pasado cuando se enteró del programa y decidió inscribirse.

“Yo soy comerciante y aprendí a leer porque sabía que muchas veces me engañaban los proveedores con las facturas por no saber que decían, pero ahora no pueden hacerlo, por eso quiero seguir adquiriendo conocimientos que me ayuden a mejorar mi negocio”, expresó este hombre que se siente súper feliz por alfabetizarse en Quisqueya Aprende Contigo.

Víctor Tapía de 37 es también otro egresado de “Quisqueya Aprende Contigo”, que piensa seguir estudiando hasta convertirse en abogado. “Este programa modificado mi estilo de vida al 100 %, mi familia está súper feliz”.

La facilitadora Elizabeth Bueno explicó que para todos aquellos que ya aprendieron a leer y escribir y deciden seguir estudiando existen cuatros opciones, que son: Capacitación básica flexible, en el que eligen el horario que se adapte a sus necesidades, programa especial de fomento para la lectura y escritura para aquellos que no quieren ir más allá, técnico laboral, con cursos de clases y el último paso enseñanzas sobre emprendurismo para que quienes lo deseen puedan vivir de lo aprendido.

Metas de “Quisqueya Aprende Contigo”. En el marco de la continuidad educativa el plan tiene la meta de incorporar 50,000. Personas a la educación básica, 20 mil a espacio de lecturas y escritura y formar 30, 000 en cursos técnicos durante este año 2017.

Animador invita a continuar en el programa: