El flujo migratorio haitiano hacia el campo dominicano sigue siendo relevante ya que la colocación de trabajadores haitianos en el sector agrícola es vital para la economía dominicana y, más aun, para su soberanía alimentaria, lo cual es poco conveniente.
El planteamiento es del investigador Sebastián Gerardo-Viala en su estudio “Migración laboral haitiana en el sector agrícola de la República Dominicana”, publicado en la revista Estudios Migratorios del Instituto Nacional de Migración (INM).
“Esta significativa dependencia del sector agrícola a la mano de obra extranjera es poco conveniente”, expone Gerardo-Viala en la publicación.
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Indica que mientras perdure la gran relevancia de República Dominicana como destino de emigración en el imaginario haitiano, el campo dominicano seguirá procurando la mano de obra que requiere. Pero si en un futuro, por alguna razón estructural o coyuntural, los haitianos dejan de migrar hacia el país en las proporciones actuales, los productores agrícolas podrán enfrentar una nueva crisis.
El investigador plantea que el bajo costo de la fuerza de trabajo inmigrante es uno de los factores detrás del uso de una tecnología atrasada, alentando los actuales debates sobre la necesidad de modernizar y tecnificar la agricultura dominicana para aumentar su productividad y reducir la dependencia a la inmigración haitiana.
Gerardo-Viala, quien ha realizado otros estudios sobre migración, entiende que el desafío para la República Dominicana no es únicamente lograr un manejo de las migraciones en consonancia con el estado de derecho, sino igualmente sacar partido de las oportunidades que ofrecen las migraciones transnacionales para su desarrollo.
Mayor conocimiento
Gerardo plantea la necesidad de que se realicen estudios sobre políticas integracionanistas de la población haitiana en el sector agrícola y dar seguimiento a iniciativas que permiten atender a este colectivo especifico, como el desarrollo del comercio justo, que además de buscar mejores condiciones de trabajo.
Contexto
Señala que pese a la escasez de mano de obra en el campo producto de la industrialización, esto no se tradujo en salarios más altos, sino que las empresas capitalistas agrícolas generalizaron el uso de mano de obra inmigrante con bajos salarios.
Agrega que históricamente los migrantes haitianos venían de la región sur de Haití, no obstante, ese patrón evolucionó a partir del 1980 y hoy en día los departamentos del centro y norte son los que aportan a la inmigración hacia República Dominicana, apunta el referido autor.
Además, el movimiento de temporada de obreros agrícolas haitianos ya no es el núcleo del sistema migratorio porque las formas de ingresar al país, repartirse en el mercado de trabajo y regresar a Haití han ido cambiando y extendiéndose.
Gerardo-Viala apunta que hoy en día los trabajadores rurales haitianos se encuentran laborando en una variedad de rubros agrícolas, como el café, banano o el arroz, donde realizan aportes significativos a la economía y contribuyen a la seguridad alimentaria nacional.