Mayelin Acosta Guzmán 
José María Roldán durante su participación en el CLAB.
Banquero español destaca hay que pensar con velocidad a la que va la tecnología y qué se hará con las sucursales físicas de los bancos
“No hay contraposición entre el banco digital y el banco tradicional. O el banco se convierte en digital o desaparece. Sobre eso no hay ninguna duda”, advirtió José María Roldán, expresidente de la Asociación Española de Banca.
Destacó que hay que pensar con la velocidad a la que va la tecnología y qué se hará con las sucursales, porque el futuro es digital y amerita una integración del comercio con aplicaciones simples.
Agregó que la clave es la integración de todos los negocios del banco a la estrategia digital, porque no se puede tener un banco digital aparte del banco tradicional sino que todos deben tener la misma estrategia sin dejar ningún tema fuera. Roldán habló sobre el tema durante su conferencia “La Revolución Digital y Banca: lo Viejo, lo Nuevo y lo más Feo”, en el Congreso Latinoamericano de Tecnología e Innovación (CLAB). Agregó que los bancos deben ser más eficientes en sus servicios, ofrecer atención 24/7 y con mucha más rapidez.
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Destacó que para este sector una nueva arquitectura de regulación y supervisión es imprescindible, pero exige un nivel de cooperación nacional e internacional entre autoridades (de competencia, bancos centrales y supervisores) que nunca se ha dado hasta hoy.
De su lado, Marco Antonio Rodríguez, presidente del Comité Latinoamericano de Automatización Bancaria (CLAB), dijo que la banca está realizando esfuerzos, pero “hay mucho que hacer a través de las políticas públicas y la regulación, por ejemplo, eliminar o evitar los arbitrajes regulatorios que inhiben la capacidad de las instituciones bancarias de desarrollar productos y servicios financieros integrales”.
