Desde el año 2008, la producción de ron en República Dominicana ha experimentado varias etapas de crecimientos, caídas y recuperaciones. La producción local del ron, según las cifras del mercado oficial, comenzó a caer a partir del año 2012. Entre el 2012 y el 2019, las ventas declaradas de ron llegaron a caer un 27% de manera acumulada, representando una disminución de 3.4 millones de litros, volumen que todavía no se ha recuperado a la fecha.
Comparando la variación en la producción con el resto de las bebidas alcohólicas para el mismo periodo de tiempo, el ron es la única bebida que se ha visto afectada luego de implementada la reforma tributaria del año 2012.
Mientras que sus ventas disminuyeron en ese periodo de tiempo, la cerveza (+13%), el vodka (+129%), el whisky (+133%) y el vino (+177%) han aumentado su producción. Este incremento en el resto de las bebidas alcohólicas no se debe a una sustitución del consumo de ron, sino al mercado informal e ilegal que se creó.
La tendencia a la baja de ron se revirtió en el año 2020, cuando las ventas declaradas crecieron un 10%. Este incremento se produjo principalmente a la migración del consumo de productos informales que se había perdido en los últimos años, gracias a las acciones judiciales que se han tomado, pero no por un aumento del consumo de ron. Según las auditorías de mercado que miden el mercado total de ron, el consumo disminuyó un 22% durante el año 2020, provocado por la pandemia del COVID-19.
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Durante los primeros mese del año 2021, el ron continuaba presentando un crecimiento sostenido, llegando a tener 8 meses consecutivos con variaciones interanuales positivas en su declaración de ventas formales. No obstante, debido a la aparición de casos de adulteración de alcoholes, ventas ilegales y muertes provocadas por su consumo, las ventas nuevamente cayeron en los meses de mayo (-40%), junio (-42%) y julio (-22%) del 2021, de manera interanual.
La raíz de la situación que vive el mercado de ron comenzó en el 2012, con la reforma tributaria que establece un cambio al sistema impositivo, impactando la industria de bebidas alcohólicas significativamente a través de aumentos en los impuestos que pagan los consumidores en la siguiente manera:
- ITBIS aumentó de 16% a 18%
- Selectivo Ad Valorem aumentó de 7.5% a 10%.
- Selectivo sobre grado alcohólico (específico) aumentó en 2013 de RD$384.5 a RD$418.0 por litro de alcohol absoluto. Este impuesto siguió incrementándose anualmente hasta mantenerse en el año 2017 en RD$595.4, provocando un incremento promedio en ese periodo de tiempo de un 10% anual. A partir de este año, se indexa trimestralmente con el IPC, alcanzando para el tercer trimestre del año 2021 un valor de RD$651.2 por litro de alcohol absoluto.
El incremento de estos tres impuestos produjo un alza significativa en la cantidad de impuestos que se paga por cada botella de alcohol vendida en el mercado. Luego de implementado el nuevo esquema fiscal, la Tasa Efectiva de Tributación (TET) del ron pasó a promediar un 53% que tenía en el año 2013 a un 66% en el año 2020. Eso significa que de cada RD$100 que se destinan a la compra de una botella de ron, aproximadamente RD$66 corresponden al pago de impuestos. Este incremento de impuestos no afectó a todas las bebidas alcohólicas por igual, algunas de ellas llegando a disminuir su TET, como la cerveza, la cual pasó de tener una TET de un 48% en 2013 a un 39% en el 2020.
Por ejemplo, si se aumentara un 10% el ISC Específico, esto provocaría un aumento de un 6% en el precio de venta del ron, mientras que la cerveza solamente aumentaría un 2%. En cambio, ante un incremento de 5 puntos porcentuales en el ISC Ad-Valorem (de 10% a 15%), el precio del ron incrementaría un 5% y la cerveza un 7%. Esto sucede debido a que la composición del precio entre ambas bebidas alcohólicas no es la misma, siendo el ron la bebida alcohólica que más afectada se ve ante la estructura impositiva actual.
Teniendo en cuenta el incremento anual del impuesto selectivo específico, es necesario que las compañías productoras de ron absorban los incrementos de precios producidos por el aumento del impuesto o que de alguna forma no reflejen la estructura de costos y tributos que recaen en el sector.
Una alta carga tributaria, falta de controles sanitarios y fiscales, la ausencia de un estricto régimen de consecuencias y una coordinación interinstitucional ineficiente fueron algunos de los factores que provocaron un surgimiento de nuevas marcas pertenecientes al segmento de bajo precio.
Estas nuevas marcas, con tan solo 2 años en el mercado, obligaron a las empresas formales a salir del segmento de bajo precio porque no podían competir con productos que se vendían a un 40% y 50% menor precio que aquellos que cumplían con sus obligaciones tributarias, apoderándose del mercado. Todo esto causó una mayor informalidad en el sector ronero, el cual inició a través de la evasión fiscal y ventas ilegales, y ya está cobrando vidas humanas con la venta de productos tóxicos que se hacen pasar por bebidas alcohólicas tradicionales.
Al evaluar el cambio de las recaudaciones por concepto de Impuesto Selectivo al Consumo (ISC) del ron y otros productos derivados del alcohol (excluyendo cerveza) declarados por la Dirección General de Impuestos Internos, estas se vieron gravemente afectadas para el periodo 2012-2015, posterior a la reforma.
Descontando el efecto de la inflación generada en el periodo transcurrido, de tal forma que se muestre la evolución del valor real de las recaudaciones, las recaudaciones por ISC a las bebidas alcohólicas cayeron un 16% para el periodo 2012-2015. Esto significa que a pesar de haberse incrementado el ISC Selectivo, las medidas no tuvieron el efecto que se esperaba, llegando a los niveles de recaudo anteriores a la reforma 6 años después.