Ahora que ha muerto Manuel Guaroa Liranzo es bueno recordar algunos hechos y los escenarios en los cuales se produjeron.
Guaroa Liranzo y José Francisco Peña Gómez eran amigos, el primero protegió al segundo, así como también lo hizo el general Neit Rafael Nivar Seijas.
En los entretelones de la política de 1960 al 2000, también en República Dominicana se produjeron hechos que no han sido contados completamente por protagonistas que, por una u otra causa, han rehusado hablar sobre algunos de esos temas que fueron acunados por ellos.
No se recuerda que Donald J. Reid Cabral ni su primo hermano Juan Bautista (Gianni) Vicini Cabral, se pusieran el traje de protagonistas para hablar de su actividad en contra de Trujillo en los despachos más altos de la política norteamericana, para derrocar al tirano.
Severo Cabral no hablaba de su larga lucha contra la tiranía ni tampoco Arístides (Aristico) Estrada y así cientos de ilustres dominicanos sobre cuya resistencia cimentó el amor a la libertad y la lucha por la democracia, cuando todo parecía perdido.
Los hermanos Fiallo Rodríguez no pasaron factura a su firmeza como opositores al tirano asesino y ladrón Rafael Trujillo Molina.
De 1959 en adelante, surgió un nuevo dominicano, el que decidió unirse sin reservas a otro y este al siguiente.
En los últimos 40 años del siglo XX se vio de todo: cobardía, valor, chivateos, seriedad, resistencia, honorabilidad, tejemanejes, práctica de las peores enseñanzas de Maquiavelo y otros malvados intelectuales del otro lado, del quehacer maldito de la política a favor del más astuto.
El doctor Joaquín Balaguer practicó todas las triquiñuelas conocidas y recién creadas para mantenerse en el poder, mediante elecciones amañadas que daban la impresión de ser limpias.
Para 1990 ya estaba formada la logia militar que impediría el robo de las elecciones, pero Peña Gómez me dijo esa noche que ya había llamado al pueblo a la insurrección y hubo 4 mil muertos en Abril de 1965, que no lo iba a repetir.
Para 1994 se le quebró el pulso a Balaguer, pero rechazamos repartir el poder la propuesta de dos años Balaguer y dos años Peña Gómez. actuábamos como si no quisiéramos el poder, como si quisiéramos ser oposición eternamente.
Para 1996 fue Guaroa Liranzo quien propuso al PRD el apoyo de Balaguer para la segunda vuelta de las elecciones y no lo aceptamos, sí la aceptó el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) que sí quería el poder, colmo fuera. La historia es muy reciente, ya habrá tiempo de contarla.
Joaquín Balaguer practicó todas las triquiñuelas conocidas
Severo Cabral no hablaba de su larga lucha contra la tiranía
De 1959 en adelante, surgió un nuevo dominicano