Ahora no

Y ahora los protagonistas cívicos preguntan por las Juntas. Quieren conocer su composición, funciones, alcance. Antes, el proceso de configuración, restructuración de juntas les fue ajeno. Sus opiniones marcan tendencias, difunden agravios, permiten develar sus simpatías, empero, nunca preguntaron cuándo y cómo fue aquello. Sus pendencias no alcanzaban ese mundo, la vida está en las redes sociales, en la exitosa creación de percepción.
Desacreditado el Pleno de la Junta Central Electoral-JCE-, después de las fallas que afectaron el sistema de voto automatizado. Fallas detectadas por la Dirección de Informática, conocidas,desde el día 15 de febrero, tanto por los representantes de la Misión de Observación de la OEA como por los delegados técnicos de los partidos políticos. Avería que provocó la intempestiva suspensión de las elecciones ordinarias municipales a las 11: 11 am, el día 16, cuando en 140 municipios las votaciones ocurrían sin disturbio. Decisión asumida, sin unanimidad, luego de la conminación de dos candidatos a la presidencia, avalada por delegados de los partidos políticos minoritarios adscritos a la JCE, con la anuencia de la representación de la OEA. En el vórtice de la crisis institucional y política, efecto de la suspensión, salta a la palestra el cuestionamiento a la composición de las 158 juntas. Asombro para algunos, necedad para otros y descubrimiento para una ciudadanía que confiere a la JCE atribuciones que no tiene. Las personas responsables de la opinión publicada, del arrebato verbal para incendiar y lanzar cieno en contra de un Pleno tan afectado como la población, debaten sin conocer cómo se configuran las Juntas. No les importó ni estuvo en sus agendas el tema. Jamás se enteraron de un proceso que comenzó en abril del año 2018 con la notificación a los Partidos, Agrupaciones y Movimientos Políticos del proyecto de Reglamento que pautó el rumbo de la composición, estructuración y reestructuración de Juntas Electorales. El inicio formal del cronograma elaborado por la Dirección Nacional de Elecciones, Inspectoría y la Coordinación de Juntas Electorales, fue el 20 de septiembre del 2018 y concluyó con la juramentación de los miembros y suplentes el 17 de julio 2019.
La Comisión de Juntas Electorales y Partidos Políticos realizó un trabajo que enorgullece. Las actas con los pormenores de las audiencias celebradas en los municipios, con la participación de los delegados de los partidos, miembros de organizaciones de la sociedad civil y de las iglesias,fueron publicadas en el portal de la JCE. El pleno propició una audiencia para conocer y evaluar las observaciones a las propuestas presentadas en cada municipio y ponderadas por la Comisión. Evidente fue entonces cuanto desconocían los delegados ante la JCE, las decisiones tomadas por sus pares en los municipios, los acuerdos fruto de la realidad local de cada partido. Para la fecha no existían las divisiones en los partidos, agrupaciones y movimientos políticos, tampoco las alianzas y fusiones de hoy.
La ley Orgánica de Régimen Electoral 15-19, promulgada el 18.02.2019, eliminó restricciones vigentes en el pasado para ser parte de una junta. La nueva normativa mantiene las incompatibilidades referentes al parentesco de miembros de las juntas con candidatos, delegados, dirigentes políticos. Sin embargo, la afiliación a un partido no es óbice para pertenecer a una Junta, menos el desempeño de una función pública. Las decisiones se toman por mayoría y está previsto el equilibrio entre los representantes de los distintos partidos políticos.
La ley dicta, ordena, no es el Pleno de la JCE, menos la Comisión, que prescribe los requisitos y decide con quién conformar las Juntas. Casos denunciados, luego de la suspensión de las elecciones municipales se resolvieron de manera expedita. Lamentables algunos como el de un excelente secretario que fue captado promoviendo la candidatura del alcalde de su municipio, también vocales arengando en los locales, secretarias con vínculos conyugales que inhabilitan. La casuística es conocida por los delegados políticos. Discutir el tema, sin adecuadoconocimiento, faltando cinco días para la celebración de las elecciones extraordinarias, es un desatino. Solo lograría obstaculizar y entorpecer trabajos.