Al menos 138 personas murieron, entre ellas 9 extranjeros, y más de 400 resultaron heridas este domingo tras una serie de explosiones en tres hoteles de lujo y tres iglesias en Sri Lanka, donde numerosos fieles celebraban el Domingo de Resurrección, según los últimos datos confirmados.
El director del Hospital Nacional de Colombo, Anil Jayasinghe, confirmó en una rueda de prensa la muerte de 138 personas y más de 400 heridos en los seis atentados con bomba ocurridos hoy en la isla.
Jayasinghe concretó que en el Hospital Nacional hay 42 cuerpos sin vida, entre ellos 9 extranjeros, y al menos 243 heridos; mientras que otros centros hospitalarios próximos a la capital recibieron 69 muertos y 134 heridos, y en Batticaloa, en el este de la isla, hay 27 muertos y 67 heridos.
Todas las explosiones ocurrieron hacia las 8.45 horas (2.30 GMT) en al menos tres hoteles de lujo en Colombo y también en un iglesia de la capital, otra en Katana, en el oeste del país, y la tercera en Batticaloa, en el este de la isla, informó a Efe el portavoz de la Policía de Sri Lanka, Ruwan Gunasekara.
Los hoteles de lujo donde se han registrado las explosiones son el Kingsbury Hotel, el Shangri-La y el Cinnamon Grand Colombo, todos en la capital.
“Por favor, permaneced en calma y no seáis engañados por rumores”, aseguró el presidente de Sri Lanka, Maithripala Sirisena, en un mensaje a la nación, en un país en el que han sido frecuentes los choques comunales como reacción a sucesos violentos.
El Ministerio de Educación ha anunciado el cierre de todos los colegios del país mañana y el martes.
El primer ministro del país, Ranil Wickremesinghe, encabezó una reunión de emergencia con altos mandos de las fuerzas de seguridad y otros miembros del Gobierno, entre ellos el ministro para las Reformas Económicas y la Distribución Pública, Harsha de Silva, que dio detalles del encuentro en la red social Twitter.
De Silva reclamó además “calma” y “actuar con responsabilidad”, al tiempo que se mostró conmocionado por lo que había visto tras visitar varios lugares atacados.
“Escenas horribles. He visto miembros amputados esparcidos por todos lados. Equipos de emergencia están desplegados en su totalidad en todos los puntos. (…) Hemos llevado muchas víctimas al hospital, esperamos haber salvado muchas vidas”, relató el ministro.
Imágenes difundidas por los medios locales muestran la magnitud de la explosión en al menos una de las iglesias, con el techo del templo semidestruido, escombros y cuerpos esparcidos mientras la gente trata de socorrerlos.
Los fieles celebraban hoy el Domingo de Resurrección, el día más importante dentro de los ritos de la Semana Santa.
Los ataques contra minorías religiosas en la isla se han venido repitiendo en el pasado, los últimos de relevancia en 2018, cuando el Gobierno tuvo que declarar el estado de emergencia después de se produjeran enfrentamientos entre musulmanes y cingaleses budistas con dos muertos y decenas de detenidos.
En Sri Lanka la población cristiana representa el 7,4 %, mientras que los budistas son el 70,2%, los hinduistas son el 12,6 % y los musulmanes el 9,7%, según datos del censo de 2011.
Sin embargo, atentados de esta magnitud no habían tenido lugar en Sri Lanka desde la guerra civil entre la guerrilla tamil y el Gobierno, un conflicto que duró 26 años y finalizó en 2009, y que dejó según datos de la ONU más de 40.000 civiles muertos.