¡Alberto Ulloa: Mi colección! Luís Felipe Cartagena

¡Alberto Ulloa: Mi colección! Luís Felipe Cartagena

Alberto Ulloa. Azul Picasso. Acrílica sobre tela, 80x80 pulgadas, 1991. Colección LFC.

“Siempre tendremos con nosotros su estallido de vida y color en las formas atractivas de modelar las figuras; en la simetría de los elementos que componen sus obras y en la conjugación de las gamas y tonalidades cromáticas. Alberto Ulloa fue un gran maestro en cualquiera de las técnicas que aplicara. A través de los trazos de sus obras se reflejan emociones, expresiones y mensajes profundos” … (Luís Felipe Cartagena, 2024).

El Ministerio de Cultura, la Dirección General de Museos, el Museo de Arte Moderno y el coleccionista Luís Felipe Cartagena materializan una sinergia ideal de proyecto y espíritu consecuentes con la oportuna organización de la espectacular exposición antológica “Alberto Ulloa. Mi Colección”, evento inaugural y central de la jornada conmemorativa del 13 aniversario del inicio del viaje hacia la luz de las estrellas de Alberto Ulloa, (Altamira, Puerto Plata, 01.01, 1950, Santo Domingo, 01.10, 2011).

La muestra, compuesta por más de 270 obras, entre dibujos, pinturas, esculturas en madera, bronce, piedra y cerámica, ejecutadas entre 1974 y 2011, incluye un conjunto de obras pictóricas realizadas exprofeso para Luís Felipe Cartagena, admirador, coleccionista y promotor apasionado de la obra, la personalidad y la trayectoria creadoras de Alberto Ulloa.

Desplegado con esmero y óptimos resultados por el museógrafo Luis Tejada en el segundo nivel del Museo de Arte Moderno, el cuerpo expositivo incluye más de 150 obras pictóricas en las cuales Alberto Ulloa logra unos niveles espectaculares de intensidad imaginativa y precisión conceptual al abordar cuestiones como el sentido de la tierra, la luz, la naturaleza, el bestiario, la magia consustancial del Caribe y los maquínicos rituales del caos posmoderno.

Al igual que sus pinturas, las esculturas figurativas y abstractas de Alberto Ulloa, traslucen su pasión por los temas culturales identitarios, los personajes populares y literarios, la música, las parejas de amantes y los animales, además de la búsqueda experimental y renovadora sostenida durante una trayectoria de éxitos y aportes significativos de más de cuatro décadas.

Escritor de fecunda imaginación y prosa exaltada, Alberto Ulloa fue reconocido en plena actividad creadora como uno de los pintores dominicanos más productivos y de mayor proyección a nivel nacional e internacional. Entre 1970 y 1974 se forma en la Escuela Nacional de Bellas Artes de Santo Domingo. En 1974, obtiene el primer premio de pintura del Concurso Estudiantil de Arte Royal Bank of Canada en Santo Domingo. Tras graduarse en la ENBA, realizó estudios de Posgrado en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando en Madrid, España, donde también asistirá a la cátedra de Historia de las Ideas Estéticas en la Universidad Complutense de Madrid.

En 1975, obtiene el Primer Premio de la Bienal Internacional de Arte de Marbella, España, y el Segundo Premio de Pintura del Colegio Hispanoamericano de Madrid. En 1976, recibe el Premio Casa de España en Santo Domingo y el Premio Nacional de Pintura Adaja de Ávila, España. En 1977, expone en la Galería Durban de Madrid y Caracas. En 1979, por su obra “Monumento al Violinista”, recibe el Primer Premio de Pintura de la XIV Bienal Nacional de Artes Plásticas.

Las décadas de los 80 y 90 del siglo XX, así como la primera década del siglo XXI, constituyen una etapa creativa excepcional en la trayectoria de Alberto Ulloa. Un período especialmente espléndido en cuanto a fluidez formal, humor delirante y efusividad imaginativa, así como el de sus hallazgos pictóricos de mayor resistencia crítica a través de una íntima polisíntesis estilística, caracterizada por un dominio riguroso del espacio pictórico, los contrastes cromáticos energéticos y su festejo deslumbrante de la espectrología cultural identitaria, la teatralidad popular, la ironía y el absurdo cotidiano.

Los densos empastes matéricos, el collage, las tramas geométricas y la policromía arrebatada, tensan un universo pictórico de espíritu postcubista, lúdico y poético. En esta etapa, Alberto Ulloa ejecuta una serie de obras que resultan emblemáticas de la pintura dominicana contemporánea, algunas de las cuales forman parte de la colección del Museo de Arte Moderno y de otras colecciones privadas como las de Luís Felipe Cartagena, Mario Martínez, Alejandro Asmar, José Luís Cartagena, César Miguel y Fernando Báez Guerrero.

Asimismo, “Alberto Ulloa. Mi Colección”, integra una serie de pinturas y esculturas que devienen obras axiales de la producción total de Alberto Ulloa. Estas pinturas, destacan por su intensidad expresiva; por el radiante equilibrio entre la simplicidad compositiva, la fluidez de la gestualidad, la policromía arrebatada, el barroquismo espacial y la carga afectiva de los juegos de veladuras, transparencias y texturas matéricas de las superficies.

Promotor comprometido del arte dominicano durante más de tres décadas, al igual que su tío, José Luis Cartagena y el reconocido galerista Ranier Sebelén, la pasión de Luis Felipe Cartagena por la obra de Alberto Ulloa, le mueve incluso a la reflexión textual sobra la calidad, genialidad, brillantez y trascendencia del legado estético excepcional de su admirado amigo, considerándole entre los máximos exponentes de las artes plásticas dominicanas de la modernidad…