El calor zarandeaba el aire del auditorio que, próximo a las 9:00 de la noche, sintió la potencia en escena del artista español Alejandro Sanz, quien llevaba un poco más de dos años sin rencontrarse con el público criollo.
Las luces que iluminaban el Estadio Quisqueya y al escenario cobraron otro matiz, fuerza y energía, cuando el multipremiado artista, ataviado de negro, empezó a tocar sus canciones.
“¡Qué maravilla de país, que maravilla de país¡ Muchas gracias por queremos aquí”, agradeció Sanz a los dominicanos y extranjeros que acudieron a su cita.
El concierto inició a tiempo y rápidamente el vocerío consumió el campo cuando se vio salir a Sanz del lateral izquierdo del escenario vestido de negro y con su guitarra en la mano.
Con una banda aguerrida, respaldada por talento artístico dominicano, el vigor femenino resplandeció. Sanz hizo un recorrido por emblemáticas piezas como “Amiga mía” , “Viviendo de prisa” o “Cuando nadie me ve”.
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Sobre las 10:00 de la noche, Sanz refería a modo de broma que el concierto estaba a punto de finalizar.
Fue así como se avivaron las luces del escenario. “Se siente la energía, esa energía dominicana”, vociferó Sanz, para luego adentrarse en éxitos como “Y, ¿si fuera ella?”, y “Mi persona favorita”.
El cantautor finalizó su presentación artística sobre las 11:00 de la noche, agradeciéndole al público por el apoyo y el respaldo que han tenido con su carrera.
Sanz llegó al país con La Gira 2022 a través de la empresa de entretenimiento SD Concerts, de la mano del productor Saymon Díaz.
TALENTO DOMINICANO
Más allá de la impecable propuesta de Sanz, la vibrante baterista dominicana Helen de la Rosa y su corista Karina Pasián, fueron dos de los atractivos de la noche. Sin dudas, a esas dos artistas hay que sacarle su plato aparte.