Con las lluvias y luego de concluidas estas, llegan las enfermedades. Las más comunes son las de tipo respiratorio, provocadas por los cambios climáticos y la proliferación de microorganismos patógenos que se propagan por el contacto entre las personas.
En ese caso, en la población hay un aumento de la aparición de procesos gripales, catarro común, alergias nasales como rinitis, así mismo otras más complicadas como neumonías y bronquitis aguda.
“No menos importante es el hecho de aquellos pacientes que ya están afectados por alguna enfermedad pulmonar crónica como asma, EPOC, tanto los enfisematosos como los bronquíticos crónicos, y los que padecen de sinusitis, ven a exacerbar sus cuadros, como consecuencia del frío y la humedad, que no les favorece”, advierte el neumólogo internista Alfredo Matos Hoepelman.
El doctor, quien es además secretario general de la Sociedad Dominicana de Neumología y Cirugía del Tórax, señala que dentro de los síntomas más comunes o frecuentes están la tos, la fiebre, cefaleas, dolor torácico, mialgias y debilidad general, acompañados de secreciones nasales o bronquiales, de colores que varían entre claro transparentes, pasando por verdosas o amarillentas.
“El tratamiento varía dependiendo de cada caso, ya que muchos de estos procesos son causados por virus, y no necesitan antibióticos, sino manejo de los síntomas que van apareciendo, con una buena hidratación, manejo de la fiebre, antialérgicos, antivirales y otras medidas generales”, recomienda Matos Hoepelman.
Además de la gripe… Pero la gripe o los resfriados no son lo único malo que pueden dejar las lluvias, sino que, aunque lo más común es que llegue gripe o resfriados, estas afecciones pueden llegar a ser aun más serias.
En ese sentido, el infectólogo Clemente Terrero indica que, una vez que cesen las lluvias, pueden aparecer infecciones gastrointestinales, especialmente la diarrea aguda producida por virus, bacterias y parásitos, así también el cólera, las enfermedades respiratorias ,la leptospirosis y la malaria.
“Algunas de estas enfermedades como las infecciones gastrointestinales y el cólera son producto de la contaminación de las aguas de los ríos y los alimentos, el medio ambiente y los espacios donde viven las personas, que favorece que los agentes contaminantes lleguen al intestino y provoque las diarreas”, explica Clemente.
Otra de las afecciones, también de carácter muy serio, es la leptospirosis, que aparece por la contaminación de las aguas con orina de rata que contiene leptospira. Esta bacteria entra por la piel y la mucosa.
Los síntomas de la leptospirosis son fiebre, malestar general, dolor de cabeza y dolores musculares sobre todo en la pantorrilla y color amarillento de la piel.
“Luego de las lluvias puede aparecer también malaria, que se debe a la proliferación del mosquito anopheles”, comenta el especialista en infectología.
Los signos de la malaria pueden ser fiebre prolongada, dolor de cabeza, mal estado general, palidez y anemia.
De igual manera, provocado por la picadura del mosquito aedes, las personas pueden contagiarse de dengue, zika o chicungunya.
La recomendación que hacen los especialistas es ir al médico inmediatamente comiencen los primeros síntomas. Y algo que no sebe olvidar es no automedicarse.
Prevención. Lo más recomendable es la ingesta de agua potable, echarle cloro al agua que no sea potable, lavarse las manos, lavar bien los alimentos, no bañarse en agua estancadas, ni en ríos ni arroyos.
En cuanto a la gripe, Matos Hoepelman recomienda, además de la higiene, utilizar pañuelos para cubrir la boca al toser, abrigarse bien, hidratarse bien y evitar contagiar a otras permaneciendo en lugares cerrados.