Juan Freddy Armando 
Juan Freddy Armando
Agradezco sus comentarios, y aplicando mi criterio plural, los publico:
RAÚL BARTOLOMÉ:
“Espero que el domingo te acuerdes de una pieza fundamental en la creación y desarrollo de Vanguardia del Pueblo: el periodista Bonaparte Gautreaux Piñeyro. Fueron él y Bosch quienes delinearon lo que sería el periódico, que en el principio fue quincenal porque no había los fondos suficientes para imprimirlo semanal; tampoco teníamos el personal para hacerlo y mucho menos la estructura del Partido estaba preparada para esa misión, pues había que venderlo, luego cobrar y discutir su contenido con los compradores.
Para que llegara a semanal fue una tarea de coordinación que tomó varios meses. También hay que destacar la participación de Juan Bosco Guerrero y su Peledando, y de Amiro Cordero Saleta, al que Bosch le pidió que escribiera un artículo en todos los números de Vanguardia hasta que tuviéramos suficientes colaboradores. Hay que destacar también que Bosch instruyó, después que Vanguardia era ya una realidad, para que se le pagara a cada articulista y poeta que publicara en el periódico. Al principio esa tarea me correspondió, pues yo era corrector de estilo además de encargado de la pagina cultural y supervisor de diagramación junto con Leo Pieter y Ramón Moreno Cuevas, del cual jamás hemos tenido noticias a pesar de que K’bito y yo hemos intentado localizarlo.
Sería bueno que Leo Pieter se decidiera a publicar sus memorias de esos momentos, pues tengo entendido que estaba haciendo una especie de recopilación histórica de Vanguardia del Pueblo. Bonaparte Gautreaux también debe hablarnos sobre ese hermoso proyecto.
La historia de Vanguardia del Pueblo debe ser escrita.
Fue un periódico político que sentó cátedras en este país. Ayudó al PLD a crecer tanto en cantidad de miembros como en su educación política y militancia partidaria. Estimuló a escribir a un segmento de la clase media con inquietudes literarias o políticas. Era fuente de noticias para los periódicos comerciales, pues Bosch emitía su opinión sobre el acontecer nacional a través de las páginas centrales de Vanguardia. Era una importante fuente de recaudación de recursos para las actividades del Partido y descubrió, a través de sus páginas, a numerosos compañeros con talento y capacidad de análisis, quienes luego serían importantes dirigentes de la organización. Tu eres un ejemplo de ello”.
LEO PIETER:
“Yo sé que es importante para el columnista dominical del Hoy, Juan Freddy Armando, demostrar su “independencia” del líder (lo cual respeto), aunque creo que de una u otra forma todos llegamos a disentir del maestro’, en alguno que otro momento y podríamos averiguarlo si le preguntas a los demás (un argumento más en contra del ‘caudillismo” que se le atribuye).
Lo importante es que al poco tiempo de iniciarnos en el periódico nadie nos trazaba pautas y ya el equipo era el dueño del semanario, dejándole un espacio en la portada al Comité Político, así como las páginas centrales para ensayos histórico-políticos del presidente.
Cada número era la creación del equipo, desde la idea de diagramación y contenido, ya que el equipo decidía espacio, fotos, gráficas, colores, reportajes a producir y las entrevistas, y luego de eso su destino final en la imprenta. Asimismo, cada número terminado era evaluado antes de iniciar la programación del próximo.
Esa independencia nos la inculcaba el Partido, pues todos aceptábamos que “fuera del organismo nada, dentro del organismo todo”: fuera del organismo nos salpicaba el egocentrismo pequeño burgués que conducía al grupismo, mientras que dentro del organismo desarrollábamos nuestra individualidad con toda libertad.
De todas maneras, estos apuntes los guardamos para los encuentros, ya que estás en la etapa en que te tocó la dirección del periódico, así que adelante con tus experiencias.
Me parece que otro criterio dentro del periodismo político consistía en que se buscaba unificar (la fuerza de la unificación de criterios) para evitar dispersión. Me refiero a utilizar un ‘estilo único’ dentro de los redactores, donde era el Partido el que hablaba y trazaba el camino a seguir, en vez de una multiplicidad de voces y estilos.
Finalmente, cada noticia y reportaje se presentaba como una narrativa individual con su introducción, desarrollo y una enseñanza al final, y así como era su contenido textual también su forma visual, pues el mismo se envolvía en cuadrados y rectángulos que se proyectaban por sí mismos como partículas de un mismo todo y relatos con una misma estrategia”.
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