En una loable iniciativa, la Fundación Corripio ha creado el Premio Nacional de Literatura, que entrega junto al Ministerio de Cultura. Comenzó en grande, al otorgarlo simultáneamente a Juan Bosch -uno de los importantes escritores de la Humanidad- y Joaquín Balaguer, entre los más destacados autores de nuestras letras.
No haré juicios sobre si los más recientemente ganadores poseen obras de calidad, que realicen nuevos aportes a nuestras letras que justifiquen la entrega del galardón. Sobre eso ha habido casi cada año críticas fuertes, en los mentideros y corrillos literarios nacionales, con acusaciones de chanchullos y cabildeos, aunque poquísimas de las personas que hacen esos comentarios han tenido la entereza de expresarlas públicamente.
Entre esos valientes están los escritores Martha Rivera Garrido y César Augusto Zapata; una emitió fuertes juicios, y el otro expuso sus ideas para mejorarlo. Ambos me han motivado a escribir estas líneas, con las mías. Ojalá no caigan en saco roto, como solían decir mis abuelas, sino que la Fundación Corripio y el Ministerio de Cultura las tomen en cuenta.
Propongo un Gran Relanzamiento que cambie totalmente la naturaleza del mismo, y lo haga más prestigioso al convertirlo en herramienta de proyección internacional de nuestras letras, con mayor exigencia y limpieza.
Asimismo, el Premio adquiriría más impacto social en el país y el extranjero, trascendiendo de ese modo lo que actualmente es: solo el acto de entrega, discursos, cierta promoción informativa y la entrega de los correspondientes dos millones de pesos al homenajeado.
AGREGAR JURADO INTERNACIONAL
Sin más preámbulos, veamos en mis sugerencias:
1. Sumar al Jurado a personalidades que lo hayan sido para el Premio Cervantes. De este modo, sería un Jurado Nacional e Internacional. Los votos de los Internacionales tendrían el valor de las dos terceras partes (2/3) del total del jurado. Propongo que sean cinco (5) personalidades, diferentes cada año. Los votos de los Nacionales valdrían la restante tercera parte (1/3); ellos son los actuales miembros del jurado: Rectores o sus representantes, Fundación Corripio, Ministerio de Cultura.
De ese modo, el peso decisivo al escoger al escritor ganador lo tendrán autorizados especialistas, verdaderos maestros en el tema, ya que estarán precedidos por haber formado parte del jurado que otorga el Cervantes, el más prestigioso para autores de lengua castellana.
Ello coadyuvaría a la internacionalización de nuestras letras, ya que esas personalidades las conocerían y difundirían en entrevistas, etc. Además, aumentaría la probabilidad de lograr un Cervantes o Nobel para un autor dominicano.
También daría oportunidad a que esas autoridades literarias visiten nuestro país, conversen con nuestros jóvenes y veteranos escritores, den conferencias, talleres, etc. para beneficio de nuestro desarrollo literario y Marca-País-Cultural mundial.
PREMIAR CADA 2 AÑOS
2. Entregarlo cada dos (2) años, en vez de anual, para dar tiempo a que los Jurados dominicanos y extranjeros estudien bien los textos para una dar un veredicto producto de sopesado estudio, sin precipitación ni premura.
3. La parte Internacional del Jurado, recibiría un total obras de 10 autores-candidatos, con dos (2) años de antelación, del modo siguiente: a) La parte Nacional del Jurado haría una preselección de 5 autores-candidatos cuyas Obras Selectas le enviaría al Jurado Internacional, con dos años de antelación. Haría esa selección de entre textos que se les envíen, así como entre los autores que, motu proprio consideren elegibles. b) Los organizadores (Fundación Corripio y Ministerio de Cultura) y dejarían libertad a diferentes personas o instituciones independientes para entre todas puedan enviar otros 5 autores-candidatos, para lo cual publicaría un anuncio de la dirección postal y o electrónica en el Ministerio de Cultura o de Educación en España, que los recibiría directamente de quienes propongan esos 5 autores-candidatos adicionales, y se las haría llegar a los Jurados Internacionales y Nacionales.
4. Publicar la Obra Selecta del premiado, escogida por un equipo de académicos y precedida de un estudio, preferiblemente de uno de los jurados internacionales. Difundirla en centros educativos, embajadas, consulados del país. Para ello, sugiero que se reanude la admirable Biblioteca de Clásicos Dominicanos -que tanto aportó a nuestras letras-, y dentro de ella se cree la Colección Premio Nacional. Esta sería co-financiada por la Fundación Corripio y el Ministerio de Cultura.
5. Estoy de acuerdo en que el galardón debe ser solo literario, tal como plantea César Zapata, y que historiadores, científicos, periodistas y otros que usan la palabra como medio de comunicación tengan sus respectivos reconocimientos por otro lado.
Este Gran Relanzamiento del Premio Nacional de Literatura le daría un brillo y altura sin precedentes.