¿Algo bueno de los 31 años de tiranía? El Merengue se enalteció durante la “Era de Trujillo”

¿Algo bueno de los 31 años de tiranía? El Merengue se enalteció durante la “Era de Trujillo”

Desde la llegada de Rafael Leónidas Trujillo al poder, a partir de 1930, el merengue se convirtió en la más alta expresión musical del pueblo dominicano, pues en esa época no era aceptado como tal, porque la alta sociedad lo calificaba como “ordinario”.

Trujillo impuso el merengue a lo largo y ancho de todo el país, incrementando el surgimiento de los famosos conjuntos típicos o de “pericos ripiaos”, y las bandas de música con instrumentos de extraordinaria calidad, estadounidenses y europeos.

Según el libro, “El merengue y la realidad existencial de los dominicanos”, del escritor y profesor, Luis Manuel Brito Ureña, es común que se le atribuya al «Tirano» la difusión de merengue en esa época, ya que desde el surgimiento de ese régimen dictatorial, las cosas cambiaron y evolucionaron, especialmente porque utilizó conjuntos típicos para ganarse el pueblo de clase baja, durante su campaña política, llevando el merengue a zonas desconocidas, ayudado por la radio, que recién llegaba al país en ese tiempo.

Además, plasma que a Trujillo le gustaba mucho bailar merengue, y a él se debe que fuera aceptado donde antes había sido rechazado, pues al principio todavía permanecía un prurito de desprecio, ya que mientras Trujillo estaba en un lugar se escuchaba y bailaba merengue, pero desde que él se iba, se olvidaban de eso.

Según, Luis Felipe Alberti, músico, arreglista y autor de muchos merengues populares dominicanos de esa época, este ritmo musical no fue aceptado, definitivamente en los salones, sino después que una familia de Santiago celebrara una fiesta amenizada por este, y le pidieran que compusiera un merengue con “letras decentes», para lo cual creó el famoso «Compadre Pedro Juan».

Compadre Pedro Juan, uno de los merengues que marcó toda una época en la historia de la Orquesta Generalísimo Trujillo, representa una de las composiciones autóctonas y populares de todos los tiempos, que marca parte de la identidad cultural de la República Dominicana, dejando recuerdos de alegría y devoción.

El avance del merengue para ese tiempo ya era irreversible, fue evolucionado y produciendo variantes, según el parecer de cada intérprete y de acuerdo a las influencias extranjeras.

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