El 17 de abril del 1790, falleció Benjamín Franklyn, uno de los redactores de la Declaración de Independencia de los Estados Unidos y firmante en ella. Hizo valiosas contribuciones a la ciencia como la ley de conservación de la carga, donde las cargas positivas y negativas o estados de electrificación de los cuerpos, tenían que tener cantidades exactamente iguales.
Benjamín Franklyn nunca patento ninguno de sus inventos. A él se atribuyen la creación del pararrayos, el humidificador de estufas y chimeneas, los lentes bifocales, las chapaletas.
Creo un instrumento musical utilizado por Mozart y Beethoven. Fue editor de periódicos e impresor en Filadelfia. Fundó el cuerpo de bomberos de Filadelfia y ocupó el puesto de primer presidente de la Academia y Colegio de esa ciudad, la que más tarde se convirtió en la Universidad de Pensilvania.
Sirvió como gobernador de Pensilvania. Al principio poseía esclavos, pero a partir de la década de 1750, se opuso a la esclavitud y luchó para su abolición.
Más de dos siglos después de su muerte ha sido honrado en sellos postales, el billete de $100 dólares, buques de guerra, ciudades, instituciones educativas y corporaciones, así como innumerables referencias culturales han llevado su nombre.
Un día como hoy del 1912, llegaron a New York los 705 supervivientes del hundimiento del Titanic, a bordo del “Carpathia”, el barco más cercano al Titanic que tardó 4 horas en llegar luego de escuchar el llamado de auxilio; para entonces el Titanic estaba en el fondo del mar.
El “SS Californian”, que estaba mucho más cerca al Titanic, no interpretó las bengalas y luces de la lámpara morse como señales de auxilio, el operador de radio había apagado el aparato, lo que le impidió recibir los telegramas de socorro.