Para todas las madres dominicanas y del mundo, muchas felicidades y que Dios les dé la dicha de disfrutar del cariño y cuidado de sus hijos en salud.
Hijos que tienen a sus madres vivas, disfrútenlas, consiéntanlas, complázcanlas y cuídenlas porque después que se van nos queda un vacío en el alma que no se llena con nada, solo nos consuela la satisfacción de haber cumplido con el deber de buen hijo.
El día de las Madres se celebra en nuestro país el último domingo del mes de mayo a partir del año 1926, durante el gobierno de Horacio Vásquez quien gobernó del 1924 al 1930, finalizada la ocupación norteamericana. Su esposa, Doña Trina de Moya, y la educadora Ercilia Pepín, fueron las propulsoras de esta fecha en honor a las madres.
En el mismo año, el Comité Pro-Día de las madres celebrado en Santiago de los Caballeros, eligió como símbolos el clavel rojo para la madre viva y una azucena o nardo para la madre fallecida.
Doña Trina de Moya compuso la letra del “Himno a las Madres” en el 1925, y la música fue composición del sacerdote dominico español, Manuel de Jesús González. Fue estrenado el 30 de mayo de 1926 en el Convento de los Dominicos por un coro que dirigió el mismo Padre González. El Himno tiene 9 estrofas, pero usualmente solo se cantan cuatro.
Todos hemos entonado con toda emoción porque cantamos a las madres su ternura, su afán y abnegación. Es la fiesta más bella que conmueve nuestro corazón y honramos con ella a todas las madres de la creación. Verdaderamente es un himno de intenso amor filial.
El municipio de Villa Trina, en la provincia Espaillat, lleva su nombre en honor a Doña Trina de Moya, distinguida mujer dominicana.