Cursaba el año 1932, en el barrio La Joya, de la ciudad de Santiago, donde se hallaba un prostíbulo llamado “Perico Ripiao” que en el lenguaje popular significaba “codearse con prostituta”. En ese local inicia el merengue con sus instrumentos originales de güira, tambora y acordeón.
Fue tal el éxito del conjunto musical, que llegaban visitantes de dentro y fuera del Cibao a pasar una noche de baile y bebida entre otras cosas. El conjunto de los instrumentos quedó bautizado con el nombre del lugar “perico ripiao”.
“Mambrú se fue a la guerra” es la versión española de la canción infantil que oímos desde muy pequeños y que procede de la original francesa “Marlbrough s’en va-t-en guerre”, compuesta a principios del siglo XVIII a modo de burla contra el militar inglés, John Churchill, Duque de Marlbrough, quien se enfrentó a los franceses en la batalla de Malplaquet en 1709. Se dice que la música proviene de los árabes llevada a Francia por los cruzados.
Marlbrough simplificado al castellano se convirtió en Mambrú. La canción infantil se hizo tan popular entre la nobleza francesa durante el reinado de Luis XVI, que Beethoven la introduce en su obra “La Victoria de Wellington”, sobre la derrota de Napoleón en Vitoria, 1813.
La lengua está en constante movimiento todo el día. Se expande, se contrae, se aplana, se dobla. Al final del día, lo más probable es que la lengua haya hecho varios miles de movimientos. Aun durmiendo se mueve.
Los elefantes pueden localizar agua y detectar lluvias hasta aproximadamente 250 kilómetros de distancia. Tienen un sistema intuitivo de comunicación, cuando un miembro de la manada encuentra agua, avisa al resto mediante gruñidos de baja frecuencia.