La palabra “propina” proviene del griego “Propínein”, Pro (para) y Pínein (beber). Quería decir “beber a la salud de otro”. Existía la costumbre de beber parte del contenido de la copa; lo restante, lo bebía la persona a cuya salud se brindaba.

El término latino “propinare” mantuvo el mismo significado, pero agregó también el de beber invitado o convidado por otro. Luego surgió la palabra “propina” significando “regalo, dádiva, convite”, que mantiene actualmente.

En alemán, como en francés, “propina” significa, literalmente, dinero para beber. En ruso, dar propina se dice “dabatch na tchai”, o sea “dar para el té”.

Algunos trucos para aclarar o quitar las manchas de tinte de la piel son: untar vaselina en la línea del cabello y orejas para evitar que el tinte alcance la piel. Limpiar frotando ceniza de cigarrillo. Ligar alcohol de 90° con igual cantidad de shampoo, poner sobre la mancha y luego frotar suavemente. Limpiar la mancha con pasta de diente blanqueadora. El jugo de limón también ayuda a esta tarea. Por último, aplicar agua oxigenada con un algodón directamente sobre la mancha o puede también ligarse con un poco de shampoo.

La primera sustancia en utilizarse como laxante fue el aceite que se extraía del arbusto del ricino, utilizado comúnmente en Mesopotamia y a lo largo del Nilo. Para mejorar su sabor lo ligaban con azúcar, miel y limón.

Max Kiss, un farmacéutico húngaro, descubrió en el 1905 que la fenolftaleína, sustancia utilizada por los bodegueros de la época, tenía efectos laxantes, así que la ligo con chocolate y lo comercializó, haciéndolo apetecible al paladar.

Este producto lo llamo “Ex-Lax”, abreviatura de “Excelente Laxante”. Se hizo tan popular que llegó a vender 500 millones de dosis al año.