Hasta el siglo V, la Iglesia de Oriente siguió conmemorando el nacimiento y el bautismo del niño Dios de los cristianos el 6 de enero.
Las diócesis orientales fueron adoptando el 25 de diciembre y fueron dejando el 6 de enero para recordar el bautismo de Cristo, con excepción de la Iglesia armenia, que hasta hoy conmemora la Navidad en esa fecha de enero.
Una vez que la Iglesia oriental instituyó el 25 de diciembre para la Navidad, el bautismo de Jesús empezó a festejarse en Oriente el 6 de enero, pero en Roma esa fecha fue escogida para celebrar la llegada a Belén de los Reyes Magos, con sus regalos de oro, incienso y mirra.
La figura de los Reyes Magos han experimentado algunas transformaciones a lo largo de los siglos. Por ejemplo, Los Reyes Magos no siempre fueron tres y Baltasar no fue negro hasta el siglo XV.
En Tizimín, Yucatan, México, se encuentra el segundo santuario más importante del mundo dedicado a los tres Reyes Magos donde cada 6 de enero se reúnen peregrinos de distintos puntos del estado. El santuario más importante del mundo se encuentra en Colonia, Alemania, donde se dice reposan los restos de estos personajes.
Tertuliano, considerado Padre de la Iglesia, escritor del Siglo II y parte del III, y quien ejerció una gran influencia en la cristiandad, transformó a los Magos en “reyes de Oriente” para evitar la mala fama que tenían los magos persas.
En San Apollinare Nuovo, Rávena, Italia, en un mosaico bizantino de mediados del siglo VI, aparecen por primera vez los nombres actuales de los tres Reyes Magos, aun con las vestimentas persas normales de esa época.