La superstición de que romper un espejo trae mala suerte se inició cuando en la antigua Grecia utilizaban baldes de agua para que en su reflejo leyeran el futuro. Si el reflejo era distorsionado, dañaría el alma del observador. Así pasó al inventarse el espejo y la superstición fue en aumento, si una persona rompía un espejo su mala suerte se extendería por 7 años hasta que su alma sanara completamente.
Se supone que los primeros instrumentos musicales fueron de percusión, usando piedra, madera o pieles. No se tiene rastros de ninguno de ellos pues la madera y las pieles no se conservan con el paso del tiempo, y las piedras tenían otros usos lo que las hacían no identificables.
Los instrumentos de viento son los más antiguos de los que se tienen rastros, como son la flauta o silbatos. Se han encontrado flautas hechas con huesos de animales con orificios y sonajeros hechos con hueso y semillas, caracolas y cuernos, que se presume se utilizaban para producir sonido.
La primera forma de notación musical se encontró en una tableta cuneiforme en Nippur, a 160 kilómetros al sureste de Bagdad, Irak, y data de 1400 a.C, donde había instrucciones fragmentarias para interpretar música que escribían siguiendo una escala diatónica. En otras tablillas se han encontrado otras notaciones más desarrolladas y muestran cómo se afina una lira. Estas tablillas son las primeras melodías anotadas encontradas en el mundo.
Para sacar un pedacito de cascara de huevo que haya caído en la clara, primero moje un dedo, y con ese la sacara con facilidad.