Una académica americana señaló que en toda la historia “Pearl Harbor había sido el ataque sorpresa más premonitorio”. Siendo el evento más investigado oficialmente, 80 años después todavía se discute si el desastre pudo evitarse.
Hubo múltiples errores de omisión, iniciando con no haber asimilado un nuevo concepto de estrategia surgido con el ataque de los británicos a la flota italiana surta en Tarento, su principal base, la noche de diciembre 11, 1940. Para que Mussolini no controlara el Mediterráneo, 21 aviones torpederos biplanos, ya obsoletos, despegaron de un portaaviones y hundieron un acorazado, dañaron otros dos y también un crucero ligero. Las bajas británicas fueron 2 aviones, 2 muertos y 2 prisioneros. La poderosa flota italiana, derrotada, se refugió mucho más al norte. Así la lucha de superficie en el mar quedó superada, para convertirse en aérea.
Tan temprano como enero 1941 el embajador americano en Japón reportó que había oído rumores sobre un posible ataque a Pearl Harbor, deseado por militares imbuidos por el triunfalista espíritu “Bushido” de valentía, brutalidad, nacionalismo y temeridad. En noviembre 26 se descifró un belicista mensaje japonés y el día 27 se advirtió sobre “posible guerra” a los comandantes de Pearl Harbor, almirante Husband Kimmel y general Walter Short. Ambos pusieron énfasis en prever sabotajes, pues la tercera parte de la población de Hawai era de origen japonés. Por tanto, agruparon los aviones para mejorar su protección, no para despegar y combatir. Además, no alertaron a los pilotos. La artillería apuntaba hacia las viviendas, no hacia el mar.
La primera oleada del ataque se inició a las 8:00 de la mañana del domingo 7 de diciembre, día de asueto, cuando los soldados se reponían de las celebraciones de la noche de sábado. Días después del ataque Kimmel y Short fueron removidos de sus puestos y luego acusados de “negligencia en el cumplimiento de su deber”.
El 2 de diciembre su oficial de inteligencia informó a Kimmel algo sospechoso: no había captado señales de radio de 4 portaviones japoneses “por 15 y posiblemente 25 días” y que no sabía de su ubicación. Kimmel replicó jocosamente diciendo al oficial si creía que esos portaaviones ya habían llegado a Pearl Harbor sin saberlo los americanos. El 6 de diciembre nuevamente descartó cualquier posibilidad de guerra, al reunirse con un corresponsal de “Christian Science Monitor”.
Poco antes del bombardeo en Washington se preparó un mensaje para Kimmel anunciando el posible ataque. Por problemas técnicos y perturbaciones atmosféricas no pudo transmitirse por radio sino como un cablegrama que Western Union entregó a Kimmel al día siguiente del ataque. Otra omisión: A las 7:00 am del 7 de diciembre los operadores de radar en Hawái detectaron cientos de aviones y enviaron su reporte al cuartel general. Allí un oficial de bajo nivel declaró que esos aviones eran americanos y no avisó a los superiores.
Kimmel y Short proclamaron que eran “chivos expiatorios”. MacArthur, ubicado en Filipinas, fue notificado del ataque de Pearl Harbor a las 3:30 am hora de Manila y, desconcertado, solo impartió tardías órdenes de defensa a las 11:20 am. Más de la mitad de sus aviones fueron destruidos en tierra, pero no fue acusado de negligencia.
En el 2000 el Senado reevaluó el caso y absolvió póstumamente a Short y Kimmel del cargo de “incumplimiento del deber”, resaltando que ellos cumplieron sus deberes “de manera competente y profesional”.
Los comandantes Husband Kimmel y Walter Short habían sido advertidos
Tras el ataque fueron removidos de sus puestos y acusados de “negligencia
Senado EUA absolvió comandantes en el 2000 póstumamente tras reevaluar caso