Crear y mantener climas laborales que, a la vez de ser sanos, colaborativos e inclusivos, sean productivos y competitivos, implica tomar en cuenta múltiples factores. Por ejemplo, automatización de los procesos, poseer sistemas efectivos de selección y reclutamiento del personal, mecanismos de seguimiento continuo al empoderamiento de la cultura y valores organizacionales, así como disponer de expertos en el área de gestión humana, que puedan alinear las competencias del talento humano con los ejes, objetivos y estrategias corporativos que se ha propuesto lograr la organización en el corto, mediano y largo plazo.
Cualquier empresa e institución que pretenda aprovechar al máximo las capacidades, habilidades y experiencias de cada uno de sus colaboradores internos, tiene en la alineación de competencias la mejor plataforma para concretar dicha pretensión. Alinear las competencias del talento humano es un proceso estratégico de alto valor agregado para el desempeño corporativo de las organizaciones. La esencia de alinear las competencias del personal con los propósitos estratégicos de la organización no es otra cosa que saber ubicar a cada empleado en el área laboral en la que ha desarrollado sus competencias.
Bien harían los CEO y los gerentes de gestión humana de las empresas privadas y los de las instituciones públicas de República Dominicana en conocer y analizar los resultados procedentes de las buenas prácticas de alineación de competencias que se aplican en los equipos de béisbol profesional y en las orquestas sinfónicas. En ambos casos, cada jugador y cada músico es ubicado en la posición y lugar tomando en cuenta sus competencias y habilidades. Ojalá que para el año 2020, los líderes de las organizaciones se empeñen en conocer más el alto valor agregado de la alineación de competencias.
No saber alinear las competencias del talento humano con los perfiles técnicos y operativos de los puestos, provoca, entre otros efectos negativos, desmotivación del personal, reducción de los niveles de competitividad y productividad en las empresas e instituciones. En definitiva, realizar una correcta alineación de las competencias del talento humano representa la vía más corta y segura para mejorar el desempeño general de las organizaciones. En pocas palabras, la alineación de competencias es una fortaleza que se transforma en ventaja comparativa y competitiva.