El grito de reclamo por el aumento de la tarifa eléctrica fue colectivo en el recorrido hecho ayer por varias zonas del gran Santo Domingo.
Las amas de casa y los dueños de pequeños negocios sacaron a flote su rabia contra lo que algunos se atrevieron a calificar de “un abuso”, mientras narraban el golpe a sus bolsillos que sintieron aun consumiendo la misma energía.
“Antes me llegaba de 9 mil pesos y ahora me dio un subión a 15 mil 500”, esa fue la primera expresión que nos dio Domi Arias, quien administra un Mini Market en La Ciénaga del kilómetro 14 en la Autopista Duarte cerca del Residencial Michelle Marie.
Atendiendo su humilde carnicería en Los Girasoles III, José Villanueva reveló que de 1,100 pesos ahora “el recibo de la luz le llegó casi de 3 mil pesos”. Cuenta que ante la imposibilidad de pagar el aumento a la empresa distribuidora Edesur, la implacable unidad que corta el servicio le hizo la visita inmediata.
Al llegar al Barrio Fundación, al reclamo se sumó que los residentes reciben apagones de 3 horas dos veces al día, según lo describió Juan de los Santos.
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Más quejas
“Se va por la mañana y en la noche también se va. Ahora mismo no hay luz”, agregó Ramón Antonio Cordero, quien destacó que no solo la energía brilla por su ausencia, sino que también todas las luminarias de la calle Florencia que es la principal, están quemadas, lo que hace que los delincuentes anden a sus anchas asaltando a todos.
Indican que ninguna autoridad competente ha podido darle el frente a sus necesidades.
En Savica de Los Alcarrizos la situación es la misma. “Aquí la luz no se iba, ahora se va a cada rato. Este gobierno nos va a matar”, exclama María Altagracia Félix, entre el bullicio de la avenida del Oeste.
Otro que exigió que mejore el servicio y que le bajen la tarifa eléctrica es Luis Henríquez, propietario de la Deli Bodega Melo, en la carretera La Isabela, en Pantoja.
“Aquí la luz no está nada bien”, expresa con honda pena el comerciante mientras narra que la energía se va a la 3 de la mañana y regresa a las 11 de la mañana del otro día lo cual le deja muchas pérdidas.
En la manzana 29 de la Urbanización Las Caobas, la protesta del envejeciente Miguel Ángel de la Rosa fue contundente, mientras narraba que durmió con calor, pues la energía eléctrica “se fue”. “Esto no sirve pa’ca”, dijo mientras pedía la acción de Edesur.