American Airlines: Cuando no existe creatividad hay que reducir costos

American Airlines: Cuando no existe creatividad hay que reducir costos

David Díaz.

La reducción de costos, la estrategia predeterminada del que no tiene imaginación ni creatividad, del que le hace falta valor para innovar, del que no sabe mercadearse, existe un concepto tan básico pero al mismo tiempo difícil de implementar  “valor agregado” este elemento es vital para la diferenciación de un producto, es lo que incrementa su difusión comercial y es tan sencillo como justificar loe elementos importantes de tu producto que lo caracterizan y cuando se sabe canalizar entonces tu producto vale,  mas no cuesta. Situación muy diferente se presenta cuando la miopía por utilidades no te permite invertir en un plan que posicione de una manera competente a tu producto o servicio.

Tal es el caso de American Airlines, todo empezó en el 1987 cuando decidieron dejar de poner una aceituna en la bandeja de ensaladas que servía en sus vuelos y se tradujo en un ahorro de 40,000 USD anuales otra medida inteligente fue la de implementar carritos de catering de comida menos pesados, lo que les ahorraba combustible, pero no supieron donde trazar la línea y hasta le recortaron el maní que servía a los pasajeros, es decir, recortaron cobijas, comida, tragos, el piloto no lo desaparecían porque no podían y del otro lado Jet Blue invertía millones en televisores para los asientos, buscando la satisfacción del cliente, realizando una campaña publicitaria basada en valor, estilo y servicio, Southwest cambiaba los asientos de tela por asientos en piel para incrementar la comodidad  y la apariencia de las aeronaves y American Airlines…pensando en los manís, preocupación que en el 2011 la llevo a acogerse al capítulo 11 de protección por bancarrota, retirando de circulación 40 jets regionales y enviando a sus casas a 11,000 empleados.

American Airlines, en vez de crear una estrategia que la hiciera resurgir de su catástrofe del once de septiembre, la cual aparte de ser una perdida para el mundo, por las vidas humanas, también afecto su marca de una manera tangible, se enfocó en reducir costos. El recorte de presupuesto no está mal, en eso se basa la economía y la administración, maximizar utilidades con la menor cantidad de recursos posibles, el problema está cuando la visión de túnel avariciosa te lleva al punto de que entre recorte y recorte de paso recortas al cliente.

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