Madrid.- “No podíamos haber terminado en mejor sitio”, han dicho Ana Belén y Víctor Manuel en el cierre de su gira “Canciones Regaladas” hoy en Madrid, un concierto en el que han entonado sus canciones más célebres, en solitario y juntos, mientras contagiaban al público de su emoción y sus recuerdos.
“Todas las canciones que he cantado a lo largo de mi vida musical han sido canciones regaladas, en algunos casos por amigos cercanos o autores que no llegué a conocer”, decía Ana Belén después de que la pareja, tras recorrer 23 ciudades, haya comenzado la velada con “El padre Antonio y el monaguillo Andrés” en el Palacio de Deportes de la capital.
Y, entre estos regalos musicales, han destacado los temas que más han entusiasmado al público, también los más conocidos en el repertorio de la pareja, tales como “Derroche”, “Sólo le pido a Dios”, “Asturias” y “La puerta de Alcalá”, canciones que han hecho que los asistentes batieran palmas e incluso se animaran a bailar.
Pero la velada no sólo ha estado guiada por las grandes canciones que hicieron a Ana Belén y a Víctor Manuel famosos, sino también por otras “canciones regaladas” que dan nombre a la gira, como “En el último trago” de José Alfredo Jiménez Sandoval, “Choca esos cinco» de José Alfonso o “Los pájaros perdidos” de Astor Piazzolla, que han ido metiendo al público en materia al principio de la noche.
Durante toda el concierto, los artistas han acompañado sus canciones del recuerdo de “las emociones” que les suscitaban, como “la primera vez” que escucharon juntos “Todo cambia” de la voz de Mercedes Sousa o que “España camisa blanca de mi esperanza” es “uno de los regalos más bonitos” que Víctor le ha hecho a Ana Belén.
Así, han despertado en el público emociones como la ternura cuando Ana Belén ha presentado “Yo también nací en el 53” explicando que habla “de una generación que pretendió cambiar el mundo” y que al final consiguió “lo más importante”, que el mundo no les cambiara a ellos.
Aunque también ha habido espacio para el humor, con una Ana Belén resuelta sobre el escenario que ha despertado las risas del público en varias ocasiones, o un Víctor Manuel que explicaba que la canción “Adónde irán los besos” le llevaba hasta su primera “mujer inalcanzable”, Brigitte Bardot.
Como suele ser habitual en el discurso del artista asturiano, también ha dado su protagonismo a la política, con referencias a “la insensibilidad de algunos gobiernos” que no quieren “enterrar dignamente a sus fusilados” con la canción “Cómo voy a olvidarme».
La noche iba ganando fuerza conforme el público cantaba más alto las canciones como “Peces de ciudad”, otro “regalo” que Joaquín Sabina le hizo a Ana Belén; “Nada sabe tan dulce como su boca”, “Quiéreme tal como soy” o “Sólo pienso en ti».
Una Ana Belén enfundada en un impecable mono blanco se ha comido el escenario cantando en solitario “Lía”, “El hombre del piano” o la atípica «¿Cómo pudiste hacerme esto a mí?”, con las que ha conseguido que el público se pusiera en pie.
Uno de los grandes momentos de la noche llegaba ya hacia el final del concierto, cuando por fin los asistentes se han arrancado a bailar mientras cantaban “Mírala, mírala, mírala” al ritmo de la conocida y madrileña “La puerta de Alcalá».
Parecía que la noche acababa, pero como en todo buen concierto los músicos se han marchado para volver al escenario unos segundos después, y ofrecer el primer bis del concierto con “No sé por qué te quiero” -en el que los artistas han bailado cariñosamente- y “Contamíname».
Después de presentar a su banda y despedirse, Ana Belén y Víctor Manuel se han reunido brevemente ante la expectación del público, que pedía a gritos una canción más, y han vuelto a sus puestos para cerrar la velada con “La banda». “Amigos, esta banda se fue”, ha dicho Ana Belén antes de retirarse del escenario cuando ha finalizado una canción que habla, según la madrileña, sobre “olvidar las tristezas y dejarse llevar por la música».
Un broche de oro más que adecuado, dada la manera en la que el público en el Palacio de Deportes ha ido dejándose contagiar por la emoción de estas “Canciones Regaladas” para olvidar, tal vez, las penas del día y dejarse llevar por las voces de Ana Belén y Víctor Manuel que hoy han animado Madrid.