Ana María Belique, representante del Movimiento Reconoci.do, y quien es hija de padres haitianos, expresó hoy que el presidente de la Junta Central Electoral (JCE), Roberto Rosario Márquez, la ha elegido para levantar una cortina de humo frente a la querella por retención injusta de documentos presentada contra él y otros miembros de esa entidad.
Belique explica que lo que ha dicho sobre su caso Rosario Márquez es falso.
“Mis padres nunca dijeron que era dominicanos en el momento de declarar mi nacimiento. Mis padres son haitianos y así me declararon”, señaló la activista social.
A continuación una declaración íntegra de la respuesta de Ana María Belique al presidente de la JCE
El presidente de la Junta Central Electoral, Roberto Rosario Márquez, me ha elegido para levantar una cortina de humo frente a la querellaque contra él y otros miembros de esa institución presentó ayer un grupo de personas afectadas por la retención injustificada de documentos de identidad.
Lo que ha dicho ayer sobre mi caso personal Roberto Rosario Márquez (que no tiene nada que ver con esa querella) es falso. Mis padres nunca dijeron que eran dominicanos en el momento de declarar mi nacimiento. Mis padres son haitianos, y así me declararon. Como no estaban en tránsito, sino que vivían permanentemente en este país, fui declarada como dominicana de acuerdo a la Constitución en ese momento, y por eso se me expidió un acta de nacimiento, con la que posteriormente obtuve mi cédula de identidad.
Si he tenido que discutir mi nacionalidad es porque soy hija de haitianos.
Gané una acción de amparo en un tribunal de San Pedro de Macorís hace 5 años.
Esa sentencia fue demandada en casación por la Junta Central Electoral. La Suprema Corte de Justicia se declaró incompetente pero ordenóque se me entregara mi acta de nacimiento y remitió el caso al Constitucional, que es como se procede jurídicamente: penalizar antes, viola derechos fundamentales.
Si Roberto Rosario Márquez está hoy acusado de daños y perjuicios por otros afectados, es porque la retención injustificada de documentos penalizó durante años a esas personas sin que mediara ninguna sentencia.
Cuándo Roberto Rosario se pregunta por qué esas personas lo demandan, si ya la Junta Central Electoral les ha devuelto sus documentos, él mismo está explicando el motivo de la querella: les devuelven los documentos porque no había razón para negárselos, pero el caso es que los negaron, y eso ocasionó daños, en muchos casos, irreparables.
Roberto Rosario deberá ahora enfrentar las consecuencias de una decisión administrativa.
Mi caso personal, muy similar al de Juliana Deguis, no tiene vínculo alguno con esa querella, pues ha seguido el curso que manda la ley en los tribunales de la república.
Contra Rosario Márquez se querellan hoy personas cuyos casos nunca pasaron por la justicia.Ese es el delito.
Finalmente, y sobre mi caso, me preocupa que Roberto Rosario use a mis padres para alegar en público y desde su posición de poder una supuesta falsedad que la justicia aún no ha demostrado.
Lo que ha hecho es un abuso. Es además un acto intimidatorio para que cesen los cuestionamientos al proceso que ha llevado la JCE y para que no se cuestione la querella en su contra.
Con esta reacción el presidente de la Junta Central electoral pretende tratarnos como ciudadanos de segunda categoría; expresar que tenemos un derecho frágil, que se puede devolver en cualquier momento, y que la devolución de nuestros documentos no es un acto de justicia sino un favor.