En ocasión de celebrarse este domingo el Día de las Madres, el precandidato presidencial por el Partido de la Liberación Dominicana (PLD), exhortó a todos los hombres dominicanos a honrar a sus madres, brindando respeto y cuidado a cada mujer.
En su mensaje de felicitación, Navarro se dirigió a los padres, esposos, hijos, amigos, compañeros y los motivó a que “veamos en cada mujer a una madre, a ese ser abnegado que da la vida por sus hijos cada día. Honremos a nuestras madres, no solamente con respeto y cuidado, sino también brindando respeto y cuidado a cada mujer a nuestro lado. Esa es la forma más honesta y verdadera de valorar a nuestra madre cada día”.
Navarro valoró la trascendencia que representa para un hijo tener una madre atenta a todos los detalles y cómo eso impacta positivamente la vida de cualquier niño para ser un hombre de bien en el futuro.
Reiteró la importancia que él le da a la familia “porque cuando una sociedad tiene familias fuertes, tiene las bases para desarrollarse”.
Reveló que él viene de una familia muy unida, pero en el caso suyo, a diferencia de sus hermanos, la presencia de su madre fue todavía más importante porque él era un niño con problemas de aprendizaje, hasta tal punto que su hermano menor, lo alcanzó en los niveles académicos y los sobrepasó en el colegio.
“Si yo no hubiera tenido una madre como la que tengo aquí al lado, yo no estuviera aquí hablando frente a ustedes. Posiblemente no me hubiese hecho profesional”, manifestó evidentemente emocionado durante un agasajo que realizó a un grupo de madres.
Compartió con las damas presentes un texto que había escrito, dedicado a su madre hacía cinco años atrás. “Mi madre me salvó. Ya siendo adulto me di cuenta de que sin ella mi vida hubiese sido diferente, se hubiese estancando en algunos cursos de primaria en ocupaciones laborales simples. Sin mi madre no tendría una infancia feliz, no tendría bachillerato, no tendría carrera de arquitectura, no tendría maestría de urbanismo, no tendría lo que hoy soy. Realmente mi madre me salvó”, citaba un fragmento.
Recordó que su progenitora siempre estuvo muy atenta a sus limitaciones, lo llevaba al psicólogo preocupada por sus aptitudes y se sentaba día tras día en la mesa de su hogar a explicarle matemáticas con gran paciencia y sin ver muchos resultados medibles. “Pero mi madre no se resignó y con perseverancia fue sacándome de la laguna en que me encontraba. No recuerdo bien cómo pasó, lo que sí recuerdo es que un buen día, ya en séptimo de la Primaria, mi mente se abrió, precisamente junto a mi madre en la misma mesa”.
Reconoció públicamente que desde ese día su autoestima creció y comenzó a ser un estudiante de alto rendimiento, un joven que se atrevía a hablar en público, una persona valorada por su familia, por sus amigos y compañeros “y todo por el cuidado, la perseverancia y el cuidado de mi madre”.
En sus palabras, Navarro dijo que para él era muy especial tener a su madre, Josefa García, a su lado en ese encuentro de agasajo con motivo del Día de las Madres. Dijo que ella es de Bonao y su padre de San Cristóbal, pero ellos se conocieron en Bonao y allá formaron un familia de cinco hijos.
“Y he sido el producto de una familia bien unida. Gracias a Dios he tenido el privilegio de poder desarrollarme como persona, como hombre, como hijo, como esposo, como padre también, pues gracias a la formación, a la protección y a la educación que nos dieron nuestros padres”, expresó.