El pueblo dominicano recién celebró este 16 de agosto el aniversario #160 de la Restauración de la República Dominicana.
Este hecho histórico recuerda la lucha en contra de la anexión a España auspiciada por el líder de los hateros, Pedro Santana, a sólo 17 años de proclamada nuestra independencia del dominio haitiano.
Esta gesta es considerada no sólo como la segunda independencia, sino como la más contundente prueba de identidad nacional y de definición y afianzamiento de la soberanía dominicana.
En nuestros días tenemos también la imperiosa necesidad de restaurar nuestra patria y trabajar juntos para fortalecer nuestra dominicanidad y soberanía, mejorar nuestra educación, promover nuestros valores patrios, la justicia, la economía, el desarrollo y la solidaridad. Esta tarea nos llama a todos, desde nuestras autoridades (las primeras) y por supuesto a la sociedad civil.
En el campo de la educación es preciso implementar políticas para mejorar la calidad y accesibilidad de la educación pero salvaguardando los valores familiares y patrióticos (vigilando que no se distorsionen ni la moral ni nuestra historia). No sacar a Dios de nuestras escuelas como pretende la tendencia extranjera ni que se imponga ni se introduzca la malsana ideología de género.
Salud: Seguir fortaleciendo nuestro sistema de salud.
Empleo: Continuar el apoyo hacia la creación de empleos a través del respaldo a las pequeñas y medianas empresas, y la inversión en industrias emergentes.
Asimismo mejorar nuestras infraestructuras viales tales como carreteras, impulsando aún más el crecimiento económico y mejorar la calidad de vida de nuestra gente.
Lo más importante, y que debemos focalizarnos es reducir la pobreza Implementando programas y políticas orientadas a reducirla.
Un punto neurálgico que se debe poner mucha atención es la conservación de nuestro medio ambiente, evitando la tala irreverente de nuestros árboles, y los actos delictivos en la extracción de arena, desprotección de nuestros ríos e incluso fuegos producidos intencionalmente.
Tecnología e innovación: Fomentar la investigación y desarrollo tecnológico para impulsar la competitividad en la economía global.
Cultura y diversidad: Valorar y preservar la cultura y diversidad de la nación, promoviendo el entendimiento intercultural y el respeto por las tradiciones.
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Protección de nuestra soberanía y lograr un control estricto que frene la inmigración ilegal en nuestro territorio.
Por último y no menos importante, fortalecer nuestras instituciones gubernamentales, con la consecuente transparencia y lucha contra la corrupción.
Quiero terminar esta humilde reflexión en boca del patricio Juan Pablo Duarte, siempre oportunas e inspiradores para nosotros, los hijos de su Patria, que es nuestra y depende de nosotros los vivientes que siempre lo sea.
-«Trabajemos por y para la patria, que es trabajar para nuestros hijos y para nosotros mismos”.
– “El Gobierno debe mostrarse justo y enérgico…O no tendremos Patria y por consiguiente ni libertad ni independencia nacional”.
– “Dios ha de concederme bastante fortaleza para no descender a la tumba sin dejar a mi Patria libre, independiente y triunfante”.
Y con nuestro lema digamos:
«Dios, Patria y Libertad».