Comenzaron las celebraciones de la Fiesta de Primavera o Año Nuevo Lunar, el acontecimiento mas monumental y apoteósico de gran impacto global. No importa si en algún país el evento aun no se celebra, comoquiera va a sentir el efecto inevitable de unas vacaciones masivas que los chinos aprovechan viajando para reunirse con familiares y, especialmente, con sus adultos mayores, algo intrínseco en la cultura y sentimientos chinos, es el siempre esperado viaje hacia sus raíces. En 2024 el Nuevo Año comenzó el 10 de febrero correspondiendo al Año del Dragón y las fiestas terminarán 15 días más tarde con el impresionante Festival de los Faroles. En la tradición china el dragón simboliza prosperidad y fortuna así como poder para unir a la gente. En su felicitación a los chinos en el país y en el mundo, Xi Jinping lo definió como “fuerte, valiente y benévolo”.

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Un momento que involucra a casi el 20% de la población mundial significa un desplazamiento masivo de personas; este año se esperan unos 9 mil millones de viajes, el triple de antes de la pandemia, lo que después de crecer 5,2% representa un entorno de frugalidad y capacidad adquisitiva por lo que las autoridades prevén nuevos récords. Relacionado con 2019, antes de la pandemia, Air China ha abierto 32% de nuevas rutas, las reservas turísticas en hoteles se dispararon un 160% y los viajes en grupo un 34%. El Ministerio de Transporte espera 480 millones de desplazamientos en tren, 80 millones en avión y 7200 millones en auto. El primer día ya se registraron 189 millones de viajes, 20% más que en 2023. Es lógico, se trata de la festividad más importante de China y es netamente familiar. La familia es la unidad mas relevante de la cultura china en la cual los padres son el núcleo central.

Obviamente, las vacaciones generalizadas en el país con la economía global más incidente de nuestros días ha de tener un impacto en las cadenas de suministros planetarias, el cierre de fábricas y la reducción de personal en puertos provoca concentración de inventarios y demora en embarques.

El empresario que se afecte no debe aspirar a que China corrija ese estilo de celebración porque el tema de familia es intocable. Lo único que puede hacer el próximo año es tenerlo en cuenta previsoramente y hacer sus encargos con antelación.