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AntiPulpo: interrogado admite a PEPCA fue sobornado con RD$4 Millones. Wilfredo Arturo González Castillo, señalado por la PEPCA como uno de los responsables de «Diseñar un esquema de maniobras fraudulentas» para la omisión total de los procedimientos legales de compras y contrataciones para adjudicar licitaciones a la empresa Domedical Supply S.R.L. cuya propiedad se le atribuye a Juan Alexis Medina Sánchez, admitió durante un interrogatorio que recibió un soborno de cuatro millones de pesos por su condición de encargado de cubicaciones de la Oficina de Ingenieros Supervisores de Obras del Estado (OISOE).
Según los representantes de la PEPCA, González Castillo, devolvió de manera voluntaria el dinero recibido de forma ilícita directamente de Juan Alexis Medina Sánchez, José Dolores, Rigoberto Alcántara y otro hombre solo identificado como Efraín para agilizar los procesos en favor de DOMEDICAL. Wilfredo devolvió el dinero a través de un cheque del Banco BHD a nombre de la Procuraduría General de la República.
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Durante el interrogatorio, Wilfredo Arturo González Castillo, declaró que a él le constaba que Francisco Pagán (director de la OISOE), Víctor Encarnación (director técnico), Lina de la Cruz (directora jurídica) y el Director Financiero recibían dinero de parte de la red.
«…ese salía con unos bultos que no eran de computadora, llenos de dinero, vistos por mí», dijo González Castillo refiriéndose a Víctor Encarnación.
Además, indicó a las autoridades que «Escuchó» como otras personas recibieron beneficios y mostraron una mejoría en su calidad y forma de vida.
«De José Dolores yo recibí en una ocasión trescientos mil pesos, directamente de sus manos. Ya que por los trabajos de Domedical normalmente a quien enviaban eran a José Dolores. Me entregó el dinero en efectivo en la oficina, en papeletas de dos mil pesos, en un sobre blanco, José Dolores andaba siempre con un bulto, ahí lo llevó”, indica el expediente citando la confesión de González Castillo.
El expediente indica que a favor de DOMEDICAL se realizaban contratos de forma directa, justificándolo con una falsa exclusividad; la exención indirecta de impuestos y aranceles con solicitudes de la OISOE al Ministerio de Hacienda; la no retención de cargas legales y contractuales; firma de reconocimientos de deudas inexistentes; falsedades en supuestas cesiones de crédito que en la realidad eran cesiones de obras; así como la realización de pagos totales de cubicaciones de forma acelerada y sin fiscalización del cumplimiento de los equipamientos contratados.
