El gobierno del presidente Nicolás Maduro anunció el lunes un aumento de 375% al salario mínimo mensual del país, el tercer incremento en lo que va del año, en un nuevo intento de recuperar el alicaído poder adquisitivo de los venezolanos.
El salario mínimo mensual se ubicó en 150.000 bolívares, equivale a unos 7,6 dólares al tipo de cambio oficial, que sumado a un bono de alimentación daría una remuneración mínima legal de unos 15,2 dólares, informó Francisco Torrealba, miembro de la oficialista Asamblea Constituyente, a través de Twitter.
El bono alimentario se incrementó de 25.000 a 150.000 bolívares, informó Torrealba, citando la gaceta oficial que publicó.
Pese al aumento, el salario mínimo de Venezuela, con una inflación de siete dígitos, sigue siendo insuficiente para cubrir las necesidades básicas de los venezolanos, según los expertos. Los precios en Venezuela se multiplican en plazos cada vez más cortos.
En septiembre, un pollo costaba 38.000 bolívares por kilo y esta semana se ubicó en 80.000 bolívares, unos 4,05 dólares.
El líder opositor Juan Guaidó, que es reconocido por más de 50 países como el presidente legítimo de Venezuela, expresó a través de Twitter que Maduro y su equipo de gobierno “se siguen burlando del pueblo trabajador».
El incremento deja en “evidencia su fracaso económico, tenemos el salario mínimo más bajo del continente», agregó Guaidó, quien como líder de la Asamblea Nacional en enero se declaró presidente interino, argumentando que Maduro fue reelecto en unos comicios fraudulentos.
Muchos venezolanos ven con recelo el aumento del salario. “Esta mala película ya la hemos visto bastante. Cada vez que Maduro aumenta el sueldo, no alcanza, todo sube y muchos temblamos porque los trabajadores terminamos en la calle», dijo Juan Andrés Pérez, de 28 años, quien trabaja en una tienda de repuestos automotrices que redujo de diez a dos su nómina en los últimos tres años en coincidencia con los nuevos aumentos del salario mínimo mensual.
Los críticos de Maduro cuestionan que el aumento, una vez más, no va acompañado por medidas para reconstruir la desquebrajada economía y poner fin a la hiperinflación. Dicen que esperan que sirva poco para aliviar las penurias de los venezolanos, que en su mayoría viven en la pobreza.