El pasado miércoles, el presidente, Luis Abinader se dirigió a la nación para hablar sobre la política fiscal del Estado, refiriéndose a la situación que encontró al país desde que se juramentó, producto de la crisis generada por la pandemia COVID-19, la cual impactó la vida de todo el mundo, tanto en la salud como la encomia.
Hay que decir que este escenario trajo grandes desafíos, siendo la economía la más afectada y en República Dominicana ha logrado mantener el crecimiento, inclusive mayores que las demás naciones de la región.
El Banco Central ha indicado que, desde enero a septiembre 2021, el país ha tenido un crecimiento de 12,7% de PIB, lo que significa que estamos caminando bien, sobre todo el ahorro del gasto del gobierno, lo que representa niveles aceptado, también la recuperación de los empleos y el reinicio de las Zonas Francas y la reactivación del turismo.
Durante su alocución, el presidente se refirió a la reforma, la cual dejó sin efecto, tras considerar las opiniones del pueblo, destacando el impacto que tiene los precios del petróleo en los productos de alimentación básica, lo que se traduce a en alzas, en las economías domésticas.
Sabiendo que esto repercutirá en los bolsillos de la población, el presidente decidió no aumentar los impuestos y concentrarse en consolidar la recuperación económica, dando un respiro a los dominicanos que estaban angustiados por una posible reforma fiscal.
Con esta decisión de apostar al crecimiento y la inversión para que los beneficios lleguen a cada sector, nos convoca acompañar al presidente a seguir trabajando hasta lograr poner nuestro motor productivo a toda capacidad.
Somos un gran país y juntos vamos a lograrlo, el presidente escuchó al pueblo y el pueblo debe ayudar, para que nuestra estabilidad económica siga creciendo.