Un total de 430 millones de dólares se aprobaron ayer en la sesión de la Cámara de Diputados, con el voto mayoritario del oficialismo y la retirada del hemiciclo de casi todos los opositores mientras criticaban el nuevo empréstito.
El monto fue dividido en dos partidas: una de US$200 millones, tomada al Banco Interamericano de Desarrollo (BID), para la ejecución del Programa de Apoyo a la Movilidad, Transporte Terrestre y Seguridad Vial y la segunda, por un monto de US$230 millones, tomada al Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF), para dar apoyo presupuestario a las Políticas de Desarrollo de Gestión de Riesgos de Desastres (GRD) con Opción de Desembolso Diferido para Catástrofes de la República Dominicana.
Con la sola mención de la palabra “préstamo”, el vocero de la bancada del Partido Fuerza del Pueblo, Tobías Crespo, reaccionó indignado criticando a los oficialistas de tener un festival de préstamos para endeudar al país, y procedió a anunciar el retiro de los de su bancada, acción que igualmente hicieron los del PLD, PRD, PQDC.
Puede leer: Inician proceso para convertir a la OMSA en una empresa pública
Se calentó el ambiente
El encarnizado debate, lo desató de entrada del Proyecto de Ley que regula los contratos de concesiones suscritos con anterioridad a la Ley No.340-06, del 18 de agosto de 2006, sobre Compras y Contrataciones de Bienes, Servicios, Obras y Concesiones, emanado desde el Poder Ejecutivo, que aunque se aprobó en primera lectura, fue calificado de inconstitucional y algunos como el diputado Félix Castillo lo consideraron como “un candado para favorecer a los inversionistas que tienen contratos” y que en lugar de beneficiar al pueblo favorece a sectores privilegiados.
Mientras que el diputado Juan Dionisio Restituyo, alertó que en la pieza legislativa se establece que los contratos de todos los estamentos del Estado pueden ser modificados o renovados. Llamó al gobierno no retroceder en su ejercicio de transparencia.