Madre, abuela, bisabuela, artista de gran sensibilidad social, maestra del grabado educadora por excelencia, y de transcendentes convicciones fueron las cualidades descritas por Catalina y María Rosa, hijas de la pintora Rosa Tavárez quien falleció a los 83 años luego de presentar complicaciones de salud por una intervención quirúrgica.
“Nos ha dejado unos zapatos bien grandes que como familia estamos dispuestos llevar para honrar su nombre y mantener el legado de nuestra madre durante las próximas generaciones”, expresó.
Un legado que mantendrán vivo, intención según explicaron, a través de la fundación Casa del Grabado Rosa Tavárez, con el objetivo de crear un museo con todas las obras plásticas de su madre, pasión que la convirtió en una pionera por llevar al país a aguas extranjeras.
“Sus obras llevaron al país a otro nivel, su estilo tan incomprendido, pero veraz, la mantuvo en una lucha contra los prejuicios que veían el arte como una profesión no valorada, y sus pensamientos que rompían con todos los patrones”, manifestó.
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Resaltaron el placer de Tavárez de transformar la vida de jóvenes por medio de la pintura y el dibujo quienes reunía en el patio de su casa para recibir de las enseñanzas de la artista.
“Muchos de esos jóvenes hoy en día son profesionales de diferentes áreas, que si bien no son artistas, definitivamente las enseñanzas de nuestra madre cambiaron su futuro.
Durante el velatorio el día de ayer en la capilla A de la Funeraria Blandino en la avenida Abraham Linconl, el ambiente de aflicción era notorio, tal es el caso de Elsa Nuñez quien la definió como una hermana apasionada y entregada en todo lo que realizaba, entrañable para toda la vida.
“Expusimos juntas muchas obras, fue mi gran amiga, la cual seguiré recordando con mucha alegría, el país ha perdido una joya de la cultura general”.
Los restos de la pintora serán sepultados hoy a las 11:00 am en el cementerio Puerta de Cielo.