Asamblea de la ONU estará marcada por la polarización

Asamblea de la ONU estará marcada por la  polarización

Trabajadores ordenan alrededor de la sede las Naciones Unidas, en Nueva York. AP

Para los países en vías de desarrollo, la mayor prioridad es la cumbre de dos días que inicia el lunes con el objetivo de generar acciones para alcanzar 17 objetivos para 2030

La guerra en Ucrania y la visita de su presidente estarán en el escenario principal esta semana en las Naciones Unidas, pero los países en vías de desarrollo también buscarán los reflectores mientras propugnan por acciones más rápidas en el combate a la pobreza y la desigualdad, durante la que será la primera reunión plena de gobernantes mundiales desde que la pandemia de COVID-19 alteró los viajes internacionales hace tres años.

La reunión anual de la Asamblea General de Naciones Unidas se lleva a cabo en un momento de polarización y división: La época de mayor tensión y peligro desde la Guerra Fría, según muchos analistas y diplomáticos.

Como argumentos para ello señalan la invasión rusa a Ucrania en febrero de 2022 —la cual trastocó las relaciones de por sí complicadas entre las principales potencias—, así como el impacto persistente de la pandemia, los altos precios de los alimentos, el deterioro de la emergencia climática, la escalada de conflictos y el fracaso a nivel mundial para combatir la pobreza, el hambre y la desigualdad de género.

Para los países en vías de desarrollo, la mayor prioridad es la cumbre de dos días que comienza el lunes con el objetivo de generar acciones de los gobiernos mundiales para alcanzar 17 ambiciosos objetivos para 2030. Además de ponerle fin a la pobreza y el hambre extrema, estas metas incluyen garantizar una educación secundaria de calidad para todos los niños, alcanzar la igualdad de género y tomar medidas urgentes para combatir el cambio climático. Al ritmo actual, no se alcanzará ninguno de estos objetivos.

La agenda también incluye reuniones de alto nivel en torno a la prevención de pandemias y la atención médica universal.

“Nos encontramos en un momento crítico de la historia de la humanidad”, dijo la semana pasada la expresidenta de Liberia y ganadora del Nobel de la Paz Ellen Johnson Sirleaf.

Cuando comience el martes la reunión anual de alto nivel entre los 193 miembros de la Asamblea General, presidentes, primeros ministros y monarcas de 145 países tienen programados discursos, una cifra muy elevada que refleja la multitud de crisis globales y la falta de acciones.

Por primera vez en años, el presidente estadounidense Joe Biden será el único mandatario de las cinco naciones con poder de veto dentro del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que participará de forma presencial. Esto ha desatado quejas en privado de algunos diplomáticos de países en vías de desarrollo que aseguran que las potencias globales no escucharán sus demandas.

El secretario general de la ONU, António Guterres, dijo a la prensa que no consideraba que la presencia de un gobernante “sea más o menos relevante”. Lo que importa, afirmó, es si su gobierno está preparado para hacer compromisos en torno a los objetivos de ONU y a muchos otros temas durante la semana. “Así que esto no es una trivialidad”.

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