Por Wendy Berroa Hernández
La asertividad no es más que la capacidad que tienen los seres humanos de expresar sus ideas u opiniones de manera respetuosa, sin hostilidad, sin agresividad, en fin, es la forma adecuada de presentarse ante los demás, exponiendo sus criterios con altura y manteniendo su punto de vista ante todos.
Según la Real Academia de la Lengua (RAE), define la asertividad como la habilidad que posee una persona de “expresa su opinión de manera firme”. Y partiendo de esta definición vamos a ver cuáles son las virtudes que encierra esta palabra en su significado.
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Es importante entender que no es lo mismo la asertividad que la pasividad. Y por eso vamos a definirla. La pasividad es permitir que los demás tomen decisiones que solo nos pertenece a nosotros asumirlas o dejar que vulneren nuestros derechos. Mientras que la agresividad se presenta cuando perdemos la objetividad y no somos capaces de respetar la opinión de los demás, actuando de forma impulsiva pudiendo en algún momento dañar física o moralmente a los demás. De estos dos extremos queda en el centro la asertividad, que sería el término medio.
Según el psicólogo estadounidense Andrew Salter, la asertividad puede ser aprendida y también se puede entrenar. En su postulado expone que esta forma parte de los rasgos que componen la personalidad de un individuo.
Siendo así, explica que los individuos pueden ser asertivos y manejar las circunstancias en los diferentes ámbitos de su vida. Ejemplo de asertividad es si en algún momento te solicitan algo que no está acorde con tus preceptos puedes negarte de manera amable sin faltar el respeto a la otra persona.
Otras formas de trabajar la asertividad
· Solicitarle a alguien realizar un determinado asunto de forma firme sin presión ni abochornarle.
· Mantener tu punto de vista ante una discusión sin ofender a la otra persona ni alterarte.
· Explicar un mal entendido sin presionar ni culpar a los demás.
· Cuando puedes mostrar tus desacuerdos o debilidades emocionales sin herir a los que están alrededor.
· Tratar de impedir un error con antelación si ves que puede afectar en el futuro, sin buscar protagonismo.
Hoy es necesario ser asertivos no solo porque es una habilidad que engrandece y ayuda a la persona que la posee a crecer en el ámbito personal y laboral, sino porque de esta forma contribuimos evitando malos entendidos, sobrellevando a los demás y evitando conflictos con nuestros semejantes.