Londres (EFE).- El número de personas mayores de 75 años fallecidas de apoplejías causadas por hemorragias intracerebrales ha aumentado en los 25 últimos años por el uso de aspirinas y otros fármacos antitrombóticos, según la revista The Lancet.
Si bien es sabido que el uso de ese tipo de sustancias reduje el riesgo de apoplejías y ataques cardíacos en las personas que sufren enfermedades vasculares, no hay pruebas claras de que sean beneficiosas para otros individuos por el riesgo de complicaciones hemorrágicas, muy comunes entre los ancianos.
Y, sin embargo, muchos ancianos que gozan de buena salud toman regularmente aspirinas con la esperanza de prevenir ataques cardíacos.
El profesor Peter Rothwell y sus colegas de la Facultad de Neurología Clínica de la Universidad de Oxford estudiaron la incidencia de las apoplejías por hemorragias intracerebrales en ancianos británicos de más y de menos de 75 años, y los riesgos asociados como la hipertensión y las medicaciones.
Los investigadores constataron una menor incidencia de las apoplejías asociadas con la hipertensión si se combinaban los datos correspondientes a las personas de menos y de más de 75 años, lo que se debía sobre todo a una reducción de la presión sanguínea. Sin embargo, la proporción de las apoplejías entre los mayores de 75 años se mantuvo estable debido en parte al incremento de las hemorragias intracerebrales asociadas al uso de fármacos antitrombóticos.
Mientras que sólo un 4 por ciento de los pacientes con hemorragias intracerebrales habían tomado fármacos antitrombóticos en uno de los dos estudios, el realizado entre 1981 y 1985, en el segundo, de 2001 a 2006, la proporción había aumentado hasta un 40 por ciento.
Ese mayor consumo explicaría el que no hubiese descendido el índice de hemorragias cerebrales en los pacientes de mayor edad que debería haberse producido por la caída de la presión sanguínea a lo largo de un período de 25 años.
Según los autores, el mayor recurso a los agentes antitrombóticos podría superar muy pronto a la presión sanguínea no controlada como el mayor factor de riesgo de infarto hemorrágico en las personas de más de 75 años.
Debido a que al menos dos tercios de los casos de hemorragias intracerebrales y un 50 por ciento de las apoplejías ocurren después de los 75 años, es esencial incluir a ese grupo de edad en los estudios, señalan.
Las sustancias antitrombóticas como la aspirina son de general beneficio para los pacientes de mayor edad que han sufrido algún ataque cardíaco o una apoplejía, pero nuestros estudios indican que no hay que aconsejar su uso generalizado y diario en ancianos sanos sin un historial de enfermedades vasculares, agregan los científicos. EFE