Maputo. El ciclón Idai, que arrasó parte del sureste africano el 14 y 15 de marzo, deja ya 602 muertos en Mozambique, el país más afectado por esta catástrofe, además de otros cinco fallecidos a causa del cólera, según las autoridades sanitarias del país.
El Instituto Nacional de Gestión de Desastres (INGC) contabilizó este sábado cuatro nuevas víctimas mortales directas, que se suman a las anteriores 598 reportadas en las provincias centrales de Sofala, Manica, Tete y Zambézia, donde los fuertes vientos y lluvias inundaron una superficie de cientos de miles de kilómetros.
El número total de decesos supera así los 840, con 185 muertos en Zimbabue, según las últimas cifras divulgadas por el Gobierno, y al menos 59 en Malaui, país en el que el ciclón Idai golpeó cuando todavía era una tormenta tropical.
Además, según las autoridades, al menos 8.800 personas permanecen todavía aisladas en las localidades mozambiqueñas de Chibue y Pambanissa, en la provincia de Manica, debido a las inundaciones que aún se registran en los ríos Lucite y Buzi.
En el balance oficial del INGC no están incluidos los cinco muertos por cólera confirmados este viernes por las autoridades sanitarias, enfermedad que ya ha afectado a más de 2.400 personas en Mozambique -la mayoría ya de alta médica-, principalmente en la ciudad de Beira y los distritos circundantes de Dondo, Buzi y Nhamatanda.
El pasado 3 de abril, la Organización Mundial de la Salud y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), junto al Gobierno mozambiqueño, dieron inicio a una campaña de inoculación tras la llegada de unas 900.000 dosis de vacunas contra el cólera.
Solo en Mozambique, alrededor de 1,85 millones de personas afectadas por esta tragedia dependen del alimento, el agua y el refugio proporcionados por organizaciones humanitarias; entre ellas un millón de niños, según cifras de la ONU.