Nueva York.- La hepatitis B crónica aumentó en la ciudad de Nueva York en 2022 con 5.534 nuevos casos, 174 más que en 2021 y la mayoría de ellos entre hombres y vecindarios pobres, de acuerdo con un informe publicado este miércoles por el Departamento de Salud.
El informe «Hepatitis A, B y C en Nueva York» correspondiente a 2022 añade que hubo 2.805 nuevos casos de hepatitis C crónica (que persiste durante más de seis meses), 27 menos que en 2021. Los casos de hepatitis A, a su vez, disminuyeron casi un 50 % en un año.
De acuerdo con el estudio, los casos de hepatitis B crónica habían disminuido desde 2016 en la ciudad. En 2020, se anotó el número más bajo, con 4.002, pero debido a que menos personas accedieron a los servicios de atención médica durante la pandemia hubo un alza en 2022.
Destaca además que persisten las desigualdades por género, edad y nivel de pobreza del vecindario en los nuevos casos de hepatitis B y C.
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Entre las personas recién diagnosticadas con hepatitis B crónica en 2022, el 58 % eran hombres, el 49 % tenían entre 30 y 49 años, el 37 % eran de Brooklyn, el 27 % de Queens y el 40 % vivían en barrios de pobreza alta o muy alta.
En el caso de la hepatitis C crónica, el 64 % eran hombres, el 34 % tenían entre 20 y 39 años, el 31 % eran de Brooklyn, el 25 % de El Bronx y el 39 % vivían en vecindarios de pobreza alta o muy alta. Es más probable que las infecciones entre los jóvenes se deban a una exposición reciente por compartir instrumentos para el consumo de drogas, indicó la agencia sanitaria.
«Aunque nuestros datos más recientes de vigilancia de las hepatitis A, B y C reflejan avances en algunas áreas, está claro que tenemos más trabajo por hacer, sobre todo para abordar las marcadas desigualdades que seguimos observando», señaló en el comunicado Sarah Braunstein, comisionada adjunta de la Oficina de Hepatitis, VIH e Infecciones de Transmisión Sexual.
En comparación con otras enfermedades infecciosas, la lucha contra la hepatitis sigue estando «gravemente infrafinanciada», subrayó.
«El aumento de la inversión para ampliar y desarrollar la capacidad de nuestra fuerza de trabajo contra la hepatitis, apuntalar nuestra infraestructura de vigilancia y apoyar los programas de navegación de pacientes son fundamentales para alcanzar los objetivos del plan de eliminación de la hepatitis viral de la ciudad», afirmó.
El informe de Salud incluye actualizaciones sobre su plan junto con grupos comunitarios para eliminar la hepatitis A, B y C como una amenaza para la salud pública para 2030, estrategias para reducir las nuevas infecciones por hepatitis B y C, mejorar la salud de los portadores y reducir las desigualdades sanitarias relacionadas con esta infección.