El nuevo siglo-milenio es fértil en maravillosas ficciones teóricas y verbales: neos, pos, ismos. La posverdad, la poshumanidad, el poshumanismo. El saber que legitima tales elucubraciones es un saber ambicioso en un mundo caótico, convulso y fragmentado, bien consciente de sus alcances, pero incapaz de reconocer sus límites. Nos azotan nuevas “utopías”, febriles y delirantes, nuevas narrativas “emancipadoras”. Como esa de intentar vencer la propia mortalidad física. La nueva soberbia babélica. En lugar de intentar superar las seculares contradicciones que desgarran a la humanidad, por insolubles que parezcan, lo que se pretende es franquear sus límites insuperables.
16 octubre, 2021