La ministra de Interior y Policía, Faride Raful, lamentó los hechos sangrientos ocurridos durante el fin de semana, entre ellos el asesinato de dos vigilantes, un teniente de la Policía y el hallazgo de la osamenta de un hombre desaparecido desde el 22 de enero.
A esto hay que sumar el tiroteo a una yipeta en la Autovía del Este, en la que viajaba una mujer con cuatro niños y que resultaron ilesos de milagro.
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Por el caso, tanto Raful como el director de la Policía Nacional, mayor general Ramón Antonio Guzmán Peralta, indicaron que el vehículo fue considerado “sospechoso” por agentes, que sin realizar una verificación previa, procedieron a disparar contra la yipeta en movimiento, razón por la cual fueron suspendidos los miembros de la patrulla que participaron en ese servicio.
Al hablar a su salida de la reunión de seguimiento semanal de la Fuerza de Tarea Conjunta del Plan de Seguridad Ciudadana, realizada todos los lunes en el palacio de la Policía Nacional, Raful reconoció que la transformación del cuerpo del orden seguirá mejorando el rol de los agentes en estructura, manejo y abordaje hacia los ciudadanos, con una visión de mayor capacidad y eficiencia en sus labores cotidianas.
Reiteró, además, la importancia del plan de tarea implementado en los encuentros de cada lunes, que permite junto al Ministerio Público ofrecer rápidas respuestas, ampliar las investigaciones e implementar fuertes consecuencias.
Los pleitos
En la reunión, la funcionaria volvió a ser reiterativa al sostener que según los indicadores, las riñas son generadas por conflictos sociales y que si las relaciones interpersonales no son llevadas de manera correcta, terminan de forma lamentable en homicidios u otras consecuencias.
“Cuando una persona está bajo los efectos de estupefacientes o de alcohol, su reacción ante una situación será desproporcional y eso genera la conflictividad social”, explicó.