Los trabajos de construcción del Monorriel de Santiago, con capacidad de transportar 40,000 pasajeros por hora, se ejecutan con celeridad en algunas de las 16 estaciones, como se puede constatar en las de Cienfuegos, Pueblo Nuevo y la avenida 27 de Febrero, próximo al Palacio de Justicia.

Este sistema ferroviario de alta tecnología, impactará de manera directa más de 500 mil personas, reduciendo en un 30% del gasto de transporte, disminuyendo la congestión y aumentando la productividad con menos impacto ambiental, según afirmó el presidente Luis Abinader, en marzo de este año, cuando anunció el inicio de la obra.

El Monorriel de Santiago es el primero en Centroamérica y el Caribe y será gestionado a través de la Oficina para el Desarrollo de Proyectos de Movilidad Urbana e Interurbana.

De acuerdo al mandatario, este sistema de transporte, solucionará problemas y generará nuevas oportunidades. Junto a la Línea 1 del Teleférico integran los sectores de mayor población y los principales lugares de trabajo de la ciudad.

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El sector empresarial y la población que haría uso de este servicio de movilidad vial se ha pronunciado a favor del Monorriel y el Teleférico, afirmando que vendría a solucionar gran parte del problema del tránsito y transporte, desahogando las calles y avenidas del casco urbano y zonas periféricas. La obra, además, se convertiría en un atractivo turístico para residentes y visitantes.

Sin embargo, los sindicalistas, como Juan Marte, presidente de la Central Nacional de Trabajadores del Transporte (CNTT), alegan que cuando el monorriel y el teleférico entren en operación dejarán sin trabajo a más de 12 mil conductores.

“Aquí hay doce mil hombres conchando y de cada chofer dependen tres y cuatro bocas que se quedarán sin el sustento de sus familias», aseguró.

Para el dirigente choferil, ese modelo no es incluyente, por lo que solicita buscar otras alternativas para mejorar la movilidad en la ciudad. Marte ha expresado que no se opone al desarrollo y a la modernidad.

Juan Marte espera que las autoridades puedan sentarse con los transportistas para mitigar el impacto social que tendrá este sistema de transporte en los choferes, cobradores e inversionistas.

Por su lado, Gervasio de la Rosa, presidente de la Federación Regional Norte de Trabajadores del Transporte (Fettranreno), ha manifestado que favorece los planes de modernización del transporte en Santiago, pero dijo esperar que las autoridades tomen en cuenta a los hombres del volante que han vivido de este oficio por décadas.

Según el director de la Oficina para el Desarrollo de Proyectos de Movilidad Urbana e Interurbana, Jhael Isa, en la ciudad de Santiago se producen 1 millón 197 mil viajes al día, de los cuales el 30% serán captados con la entrada en operaciones del Monorriel.

«Mediante esta iniciativa liderada por el presidente de la República, bajo el Ministerio de la Presidencia, permitirá que en tan solos 25 minutos cualquier ciudadano pueda llegar desde Cienfuegos hasta Pekín, un trayecto que en la actualidad llevaría horas recorrerlo”, señaló el funcionario, cuando se hizo el anuncio oficial de la obra.

Este nuevo método de transporte forma parte del Sistema Integrado de Transporte (SIT), diseñado por el Estado dominicano para la integración física, tecnológica y tarifaria de los distintos medios de transporte público de la ciudad en beneficio de los usuarios y del medio ambiente.

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El Monorriel se trasladará sobre una estructura de rieles en hormigón armado, en un viaducto que atravesará toda la ciudad desde Cienfuegos hasta Pekín en un recorrido de 15 kilómetros, con 16 estaciones y una terminal central de integración con el teleférico.

El sistema tendrá una velocidad máxima de 80 kilómetros por hora, con un tren cada 90 segundos en hora pico. Tendrá una capacidad para 580 pasajeros por cada tren, distribuidos en 4 vagones de 145 pasajeros cada uno.