Avión pierde turbina al aterrizar en aeropuerto en Filipinas

Avión pierde turbina al aterrizar en aeropuerto en Filipinas

MANILA.  Un avión aterrizó el viernes con tanta fuerza en Filipinas que se salió de la pista y perdió una turbina y una rueda.

El incidente en el aeropuerto internacional de Manila involucró un Boeing 737-800 con 157 pasajeros y ocho tripulantes que venía de Xiamen en China. Se trató del vuelo 8667 de la aerolínea Xiamen Air.  

El aparato aterrizó en medio de una lluvia torrencial a eso de la medianoche, provocando el pánico entre los ocupantes. Había intentado aterrizar poco antes pero no pudo debido a la falta de visibilidad, dijeron las autoridades filipinas.

Los pilotos perdieron contacto con la torre de control en el momento en que el avión se salía de la pista y se abalanzaba sobre un campo inundado por las lluvias. Una de las turbinas y una de las ruedas de la nave se desprendieron y los ocupantes tuvieron que salir mediante los toboganes de emergencia, dijeron las fuentes.

Los sobrevivientes temían lo peor. «Me entregué a la decisión de Dios», dijo Rubén López Espinas, un estadounidense de origen filipino que vive en California. «Recé: ’Dios mío, mi alma está en tus manos si es que me ha llegado la hora’».

Wang Xun Qun, una pasajera de China, se abrazó con fuerza a su hija adolescente antes del impacto con la tierra. Cuando se les pidió describir su experiencia ambas respondieron al unísono: «Espeluznante».  

Chen Lei, quien estaba en el avión con unos amigos, dijo que entró en pánico cuando el avión intentó aterrizar la primera vez y al no poder, ascendió en un ángulo pronunciado. «Tenía las manos empapadas de sudor», comentó.

Dijo que cuando finalmente el avión aterrizó, un ala y su turbina rozaron la pista. «Vi salir el equipaje y partes del aparato y olía a quemado», relató Chen. Fue entonces que el avión se detuvo súbitamente.

Estremecidos por la experiencia y empapados por la lluvia, los pasajeros y la tripulación del avión fueron llevados a una terminal del aeropuerto donde se les dieron cobijas y algo de comer antes de ser trasladados a un hotel, dijo el gerente general del aeropuerto Ed Monreal.  

«Gracias a Dios, tanto los pasajeros como la tripulación pudieron evacuar y no se reportaron heridos aparte de unas cuatro personas que sufrieron unos rasguños», dijo Monreal.

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