Llueve,
detrás de los cristales, llueve y llueve
sobre los chopos medio deshojados,
sobre los pardos tejados,
sobre los campos, llueve.
Pintaron de gris el cielo
y el suelo
se fue abrigando con hojas,
se fue vistiendo de otoño.
La tarde que se adormece
parece
un niño que el viento mece
con su balada en otoño.
Una balada en otoño,
un canto triste de melancolía,
que nace al morir el día.
Una balada en otoño,
a veces como un murmullo,
y a veces como un lamento
y a veces viento.
Llueve,
detrás de los cristales, llueve y llueve
sobre los chopos medio deshojados,
sobre los pardos tejados
sobre los campos, llueve.
Te podría contar
que esta quemándose mi último leño en el hogar,
que soy muy pobre hoy,
que por una sonrisa doy
todo lo que soy,
porque estoy solo
y tengo miedo.
Si tú fueras capaz
de ver los ojos tristes de una lámpara y hablar
con esa porcelana que descubrí ayer
y que por un momento se ha vuelto mujer.
Entonces, olvidando
mi mañana y tu pasado
volverías a mi lado.
Se va la tarde y me deja
la queja
que mañana será vieja
de una balada en otoño.
Llueve,
detrás de los cristales, llueve y llueve
sobre los chopos medio deshojados… Joan Manuel Serrat
Después de pasarme toda una semana tecleando para finalizar un libro que esperamos tenga su final feliz de ser publicado en el 2021, decidí que este Encuentro sería del alma.
Refugiada en la montaña, una cabañaconstruida con amor y con el paso del tiempo, escucho el llanto del cielo caer sin cesar sobre los tejados. La madera se en frío, la brisa se hizo fresca, y horizonte se cubrió con el manto maravilloso de nubes blancas que anuncian nuevos nuevas lluvias, nuevos lamentos…
No sé por qué la lluvia renueva siempre mis nostalgias, mis viejas tristezas, mis sueños y utopías inconclusos. El cielo escucha y a veces se enfurece ofreciendo sequías inexplicables, fuegos incontrolables y vientos castigadores que provocan destrozos.
Está enojado con nosotros los humanos que hemos hecho de la Tierra un hábitat invivible. Hemos conquistado la naturaleza y como los conquistadores del siglo XV y XVI en América, África y parte de Asia, destruimos lo que encontramos, y sobre esas ruinas, edificamos una civilización egoísta y asqueante que maltrata cuanto encuentra para hacerla rentable.
El dios dinero se apoderó de nuestras almas y en su nombre destruimos los ríos, los bosques, la fauna y la flora. La naturaleza se venga y también nos castiga.
El llanto copioso de hace un momento, se convirtió en lágrimas tenues que caen sin cesar. ¿Por quién y por qué llorará esta lluvia de hoy domingo en la mañana? ¿Acaso llorará porque los de siempre,con pandemia y sin ella, siguen sumidos en la pobreza y la miseria sin perspectivas inmediatas de un mejor futuro?
¿Llorará por las madres que sepreguntan cuál será el futuro de sus hijos en medio de un momento de tanta incertidumbre? ¿Llorará por los muertos que han sido víctimas del virus maléfico que ha azotado al mundo?
Quizás la lluvia de hoy, ayuda a los familiares a llorar por sus pérdidas. Llorará ante la insensatez de algunos gobernantes (¿de qué Trump, Bolsonaro o López Obrador estamos hablando?) que han asumido la pandemia como si fuera una fiesta. Ellos llevan en sus hombros los miles de muertos que han fallecido por culpa de su irresponsabilidad.
Se detuvo la lluvia, como cuando algunos de nosotros tomamos un descanso después de llorar hasta quedarse sin lágrimas. Apenas se escuchan algunas gotas que caen rítmicamente, y golpean con constancia las tejas de mi techo y de mis ventanas, para recordarme que todavía no ha terminado.
Decidí entonces mirar por las ventanas para ver de nuevo el horizonte. El cielo y sus nubes bajas no me permiten ver las montañas que adornan la vista panorámica que tanto disfruto. Pude ver que los pájaros iniciaron de nuevo su vuelo y volvieron a alimentarse con el néctar preparadopor Rafael.
Las plantas están mojadas, pero aún así, la vista es hermosa y me recuerda ¡una vez más! que el disfrute de lo nimio es maravilloso para el alma,y que la contemplación es un deleite maravilloso para encontrar paz en latormenta cotidiana. Aparecieron algunos rayos de sol que completan el deleite y me anuncia la llegada hermosa de un nuevo día que apenas inicia.
¿Acaso será que el sol me recuerda que además de las lágrimas es maravilloso mantener la luz de la esperanza? ¿Querrá decirme la naturaleza de mi entorno que las ilusiones y los sueños nunca deben morir?
Y así, contemplando cómo la luz se refleja enel verdor de las hojas, viendo despojarse el cielo de algunas nubes, volví aver el azul de cielo y el vaivén de los pinos. Ha llegado un nuevo día. Esa es la dicotomía existencial. No hay Yin sinYang, No hay lágrimas sin risas. No hay tristezas sin alegrías.
A plena luz de sol sucede el día,
el día sol, el silencioso sello
extendido en los campos del camino.(…)
Y no divido el mundo en dos mitades,
en dos esferas negras o amarillas
sino que lo mantengo a plena luz
como una sola uva de topacio.
Hace tiempo, allá lejos,
puse los pies en un país tan claro
que hasta la noche era fosforescente:
sigo oyendo el rumor de aquella luz,
ámbar redondo es todo el cielo:
el azúcar azul sube del mar.
Otra vez, ya se sabe, y para siempre
sumo y agrego luz al patriotismo:
mis deberes son duramente diurnos:
debo entregar y abrir nuevas ventanas,
establecer la claridad invicta
y aunque no me comprendan, continuar
mi propaganda de cristalería. (…)
A veces pienso imitar la humildad
y pedir que perdonen mi alegría
pero no tengo tiempo: es necesario
llegar temprano y correr a otra parte
sin más motivo que la luz de hoy,
mi propia luz o la luz de la noche (…)
Hoy, este abierto mediodía vuela
con todas las abejas de la luz:
es una sola copa la distancia,
al territorio claro de mi vida.
Y brilla el sol hacia Valparaíso.