Baltimore se acerca a tasa récord de homicidios

Baltimore se acerca a tasa récord de homicidios

Baltimore podría cerrar el año 2019 con la tasa de homicidios más alta desde que se llevan estadísticas, tanto de menores como adultos, por drogas, venganza, dinero o sin razón aparente, y las autoridades municipales parecen incapaces de poner coto a la violencia.

La policía había registrado 338 homicidios hasta el martes, tras una semana de tiroteos incesantes en el que ocho personas resultaron heridas —tres de ellas de muerte— en un día y otra nueve otro día, una de las cuales murió. La cifra se compara con 309 en 2018 y es apenas cuatro menos de las 342 muertes violentas registradas en 2017 y 2015, el año que la tasa de homicidios dio un salto.

Con algo más de 600.000 habitantes, si se alcanza la cifra de 342, Baltimore tendría una tasa de homicidios de 57 por cada 100.000. En 1993, la ciudad tuvo 353 homicidios, pero la población era mucho mayor.

En comparación, la ciudad de Nueva York, con 8 millones de habitantes, registró 306 homicidios hasta el 15 de diciembre. La cinta policial amarilla y los monumentos improvisados con flores, animales de peluche y globos se han convertido en parte del paisaje de algunos barrios en esta ciudad profundamente segregada.

“Es de gran preocupación para mí, no solo como hombre optimista sino como ciudadano de Baltimore que creció en un barrio pobre”, dijo Carmichael “Stokey” Cannady, un antiguo vendedor de drogas convertido en activista barrial que se postula como alcalde. “Recuerdo cuando una persona tenía un conflicto y a lo sumo se peleaba. Ahora estos chicos de 13, 14 años encuentran revólveres y los usan como juguetes… Hay que reformar el sistema”.

Los motivos de la violencia creciente son variados y están sujetos a interpretación. Muchos dicen que la policía tiene una actitud prescindente hacia el delito desde que seis de los suyos fueron acusados de la muerte del joven negro Freddie Gray en 2015. Otros la atribuyen a la venta aparentemente descontrolada de armas, la epidemia de opioides, la desigualdad social y la falta de empleos. Y no faltan los que acusan a la municipalidad de incompetencia política.