“Pero el Señor le dijo a Samuel: —No te dejes impresionar por su apariencia ni por su estatura, pues yo lo he rechazado. La gente se fija en las apariencias, pero yo me fijo en el corazón”. 1 Samuel 16:7
Hace unos años tuve la oportunidad de conocer a un ser humano extraordinario en la institución donde en ese entonces laboraba. Las primeras interacciones no fueron las mejores, pues sentía en ella resistencia al tratarme. Recuerdo sus palabras cortantes, así como su mirada ofuscada. Sin embargo, lo que sentía en mi corazón hacia ella era todo lo contrario a lo que mis ojos veían.
A medida en que pasaban los días teníamos más acercamiento debido al proyecto que ambas llevábamos. Dios permitió que el trabajo que nosotras hacíamos se intensificara, a tal punto, que para no estar yendo con tanta frecuencia una donde la otra, decidimos trabajar en el mismo cubículo.
Allí pude ver la forma tan poderosa de Dios obrar. A medida en que pasaban los días las conversaciones cortantes se convertían en largas charlas, risas e historias de su peculiar familia. Fue ahí dónde puede apreciar lo inteligente y brillante que era esta joven. El momento de compartir el almuerzo se volvió una costumbre y cada día era más estrecha nuestra amistad. Pero hubo algo donde Dios me marcó, el Señor me entregó un regalo a través de ella; después de casi cinco años persiguiendo un sueño profesional, resultó ser que ella fue la persona que con una simple llamada hizo realidad eso que mi corazón tanto anhelaba. El Señor me bendijo inmensurablemente con su amistad.
Mediante esta experiencia puede comprender que hay regalos extraordinarios que vienen en envolturas ordinarias. A ti que me lees, no te dejes arrastrar por los prejuicios y las apariencias. Hay cosas que resultan agradables a la vista más Dios las desecha porque la intención del corazón no corresponde a lo que Él desea para ti mas adelante para ti.
Oro para puedas discernir y establecer diferencia entre lo agradable a tus ojos y la voluntad de Dios, sabiendo que hay situaciones que en principio parecen incomodas pero que vienen cargadas de grandes bendiciones. Hoy es un buen día para empezar a transformar tu entorno, fuiste cread@ para bendecir a los demás.
Dios te guarde.
Dios te bendiga.