Todos hemos escuchado el viejo adagio “el tiempo es oro”, esta frase se ha posicionado tanto en nuestra mente que la decimos de manera automática, sin entender que tal dicho nos invita a valorar y prestar suma importancia al manejo de nuestro tiempo.
Es bueno conocer que representa el oro en diferentes ámbitos y su relación con el tiempo. En el mundo de las joyerías, el oro es un metal precioso que sirve para la fabricación de joyas; entre ellas aros, pendientes y pulseras. Mientras que en términos monetarios el término oro suele utilizarse como riqueza o caudal.
En la biblia la palabra “oro” es mencionada muchas veces, sobre todo entre los hebreos, tanto por su valor como por su significado espiritual relacionado a Dios.
Al ser un metal muy valioso, los artefactos del Tabernáculo y del Templo de Salomón eran hechos de este material, o revestidos. El sentido era que todo lo que fuera realizado para Dios debía ser del mejor material posible. Además de eso, el oro simbolizaba a Dios, por ser durable e inmutable.
El oro es muy resistente a sustancias que normalmente tienen efecto nocivo para otros metales por ejemplo al agua y al oxígeno, es decir, el oro no se oxida. Como el oro normalmente no cambia con el tiempo, eso es usado para simbolizar el carácter inmutable de Dios, en Él no hay variación.
Hago esta previa explicación con la intención de dejar claro el valor y la fortaleza del oro con relación a la gestión de nuestro tiempo. Por tanto, tú tiempo no es para perder sino para ganar.
Maneja eficientemente tú tiempo
Procura que el tiempo que estás invirtiendo te permita ganar, ¡sí, ganar! ganar sabiduría, ganar relaciones duraderas, ganar amigos, ganar ingresos en fin la ideas es ganar. No te permitas ser del grupo que utiliza el tiempo para perder.
Hay acciones que realizas en la vida que no te permiten ganar tiempo aún estés ocupado, es ahí donde entra el discernimiento, debes estar atento/a e identificar cuando lo pierdes o lo ganas.